Fernando Rainieri Marranzini – “Colorao” para tercios y amigos— nos ha gastado una pesada broma, dizque yéndose así sin decir adiós…

Pocos dominicanos de notable éxito como tecnócratas y empresarios han sido tan discretos en sus afanes como Fernando, a quien conocí hace cuatro décadas cuando poca gente imaginaba que el turismo llegaría a ser la mayor fuente de ingresos para el país.

En 1986, tras compartir mientras dirigíamos distintos proyectos ligados a la oficina de don Eduardo Fernández, Fernando tuvo la gentileza de ofrecerme que le acompañara al ser designado secretario de Turismo por el nuevo gobierno del presidente Balaguer.

Pero preferí seguir trabajando en el sector privado. Aparte de servirle al país en funciones públicas, presidió y participó en la dirección de empresas como FIMACA y otras, fue un distinguido consultor y también dedicó parte de su tiempo a obras sociales como “Save the Children”.

Me apena que un ciudadano tan ejemplar haya fallecido a destiempo y me uno al duelo de sus familiares y demás muchos amigos.