De soledad y “petinfluencers”

De soledad y “petinfluencers”

De soledad y “petinfluencers”

Ana Blanco

Acabo de leer que la tendencia en social media marketing son los “petinfluencer”. Mi cabeza se niega a pensar que estén hablando de animales.

Pero así es. Sin quitar mérito a las mascotas, de las cuales soy ferviente amante, me pregunto si el mundo se está volviendo del revés o simplemente ya no sabemos qué hacer para llamar la atención.

Cuando surgió todo el tema de las redes sociales me pilló en la edad y en la profesión perfecta, me atraen las herramientas capaces de llevar información a las personas.

Mi pasión es comunicar.

Al poco tiempo confieso que me cansé de ellas a nivel de usuaria, me parecía una pérdida de mi tiempo, me lo sigue pareciendo, pero las uso y mucho debido a mi trabajo.

Cada día estoy más convencida de que detrás de todo este “boom” de compartir hasta la más pequeña intimidad, de opinar absolutamente de todo y si es de forma negativa, mejor, se encierra una profunda soledad. Pero no esa soledad sabrosa que te permite estar contigo y disfrutarlo, sino esa que no te deja mirarte al espejo. No te gusta lo que ves.

Después del atentado en Barcelona, cuando un energúmeno arrolló a personas que caminaban y dejó una estela de 15 muertos, leí un artículo que me sobrecogió.

La mayoría de los jóvenes captados por los terroristas son adictos a las redes sociales, solitarios, incapaces de mantener una comunicación con sus semejantes y este ejemplo, llevado al extremo, es lo que me preocupa.

Nos estamos desconectando entre nosotros, escondidos detrás de una pantalla por miedo a salir, sentir, sufrir… pero al mismo tiempo dejamos de reír, amar, soñar, porque parece que es más fácil.

Pero no lo es.

Pronto aprendí que de lo único que no puedes huir es de ti mismo, ahora, debes decidir cuál es la versión que quieres.

Vivir una vida ideal en redes sociales, que para armarla dejas de vivir la real, o equilibrar las cosas, ver las redes como lo que son, la perfecta herramienta para conectarte de manera positiva con los demás y usarla en los momentos en los que realmente tengas algo que decir que haga que este mundo sea mejor.

Ahora, deja el celular, la computadora, sal de las redes y vete a pasear (con tu mascota si hace falta). Conócete y sabrás qué decir y cuándo hacerlo.



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