Luis Chanlatte, presidente de la Federación de Wushu, me envía la siguiente comunicación.

“He leído con detenimiento tu artículo titulado “Ya ni caso se les hace”, sobre la situación de olvido y abandono en la que están sumidos los clubes deportivos y culturales. Los clubes, en un momento determinado, fueron centros de defensa de la juventud de los barrios que enfrentaban a los gobiernos y se refugiaban en el deporte y la cultura.

Desde mi óptica, esos desaparecieron sin razón, pues quizás no existe represión, empero, los barrios carecen de los servicios fundamentales y los reclamos los hacen las iglesias, juntas de vecinos y los partidos políticos, porque los clubes están atrapados y sin poder definir una nueva estrategia.

El deporte tenía sus bases en los clubes y ligas, pero la estructura olímpica descansa en los clubes deportivos de cada uno de sus deportes en particular, o sea, las federaciones tienen sus propios clubes y no necesitan de los clubes deportivos y culturales.

Entiendo que las instalaciones, buenas o malas, de los clubes están ahí, en el corazón, y pueden jugar su rol, en unidad con la barriada, juntas de vecinos y las iglesias.

Ahora bien, usted no encuentra una institución que diga vamos a dotar a los clubes de los elementos fundamentales para el desarrollo de las barriadas donde funcionan, debido a que los ministerios de Cultura y de Deportes no tienen ningún programa ni plan para utilizar esa vía para llegar a los barrios.

Los clubes están acorralados y tienen que recurrir al regidor, al diputado, al dueño de bancas y al funcionario para poder subsistir malamente, lo cual desnaturaliza su esencia.

Hay que transformar la visión de los ministerios de Cultura y el de Deportes hacia ellos, pero también los dirigentes clubistas deben cambiar para jugar cada día nuevos roles para beneficio de todos.

¿Dónde están los clubes en la Marcha Verde? ¿Dónde están los clubes en la violencia de género? ¿Dónde están en los reclamos de sus barrios? ¿Dónde están las denuncias sobre la delincuencia barrial y la inseguridad ciudadana?

En fin, dónde están los clubes haciéndose sentir y demostrando que son parte de la esencia del Barrio.

Es una revolución clubística la que necesita ese movimiento, el cual ha sido usado y manipulado por el olimpismo y los ministerios de Cultura y de Deportes, solo y cuando los necesitan”.