Parque Mirador del Oeste, un legado taíno a esta generación

Parque Mirador del Oeste, un legado taíno a esta generación

Parque Mirador del Oeste, un legado taíno a esta  generación

Santo Domingo.En el parque Mirador del Oeste, conocido como “Las Ruinas de Engombe”, se conjugan valores históricos-culturales que datan del siglo XVI, así como un espacio ecológico urbano renovado, donde el visitante se siente el nuevo protagonista del lugar.

A 15 minutos del centro de la Capital, en la autopista Seis de Noviembre, entre San Cristóbal y la provincia de Santo Domingo, este entorno posee condiciones excepcionales para que familias, congregaciones religiosas, gremios y parejas puedan disfrutar de una recreación sana y atestiguar la herencia que dejaron nuestros antepasados.

En su parte frontal, el parque exhibe una imponente ruina, que en los tiempos coloniales fungió de “oficinas administrativas” de los caciques tainos que operaban allí el ingenio Emgombe y Palavé.

Igual se conserva aquí una ermita o iglesia, así como un galpón o almacén de los esclavos, y las huellas en piedras del lugar de molienda de la caña, convertida hoy en escenarios por excelencia para fotografías y videos de bodas y celebraciones de jóvenes quinceañeras, entre otros eventos.

Senderos

“Estas ruinas tienen una importancia histórica-cultural del siglo XVI, como también son de gran valor para la recreación, ya que ha sido dotada de senderos y ciclo-rutas donde las gentes montan bicicletas y se ejercitan”, explicó Daneris Santana, viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Desde el punto de vista de la conservación de los recursos naturales, Santana destacó que esta área a orillas del río Haina es rica en flora y fauna.

Dado su potencial, adelantó que actualmente la entidad esta en conversación con el Cluster de Turismo del Gran Santo Domingo, así como el Ministerio de Turismo para de incentivar la visitación al lugar y el desarrollo de actividades recreativas, educativas y deportivas.

El entorno fue dotado durante la gestión del ministro Jaime David Fernández Mirabal de un centro de protección y vigilancia, confortables bancos y decorado con piezas mágico religiosas incautadas por la institución por ser hechas de forma ilegal. Forma parte del Cinturón Verde de Santo Domingo, declarado bajo protección especial mediante el decreto 183-93 del año 1993