Santo Domingo.-Los comunitarios de El Córbano, Pedro Santana y Elías Piña lo han bautizado como “palo de corral”, ya que regularmente lo usan para hacer empalizadas o cercar parcelas agrícolas.

Sin embargo, este árbol conocido científicamente como Colubrina Elliptica es de gran valor y potencial económico, debido a que su corteza sirve de insumo para la elaboración de “whisky” en Haití. De ahí, que en los últimos tiempos ha diezmado su población por ser exportado hacia Haití, donde procesan su corteza con este fin, y el palo para hacer carbón.

Se trata de una especie nativa de la región del Caribe, que en el país prospera mayormente en bosques secos y áreas de transición o semi seca, como las zonas costeras del sur y este.

“Es familia de la Rhamnacea, que guarda relación con el corazón de paloma, y en otras comunidades recibe el nombre de palo amargo.

En algunos países le dicen palo de mabí, porque es familia del bejuco indio, con el que se prepara aquí el mabí seibano.

El palo de corral es más utilizado para “whisky”, explicó Rolando Sanó, encargado de la División de Flora de la Dirección de Biodiversidad.

Pocos ejemplares

Su población se está reduciendo en Comendador y la necesidad de restaurar su producción se ha puesto de manifiesto en el marco de una “Evaluación ecológica rápida” que realiza el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales con miras a declarar área protegida el lugar donde está.

“Esa valoración se hace a solicitud del Viceministerio de Suelos y Aguas, a petición de la comunidad, aplicando los principios de la Convención de la Certificación y Sequía, ya que en el entorno de El Córbano, existen varios acuíferos donde se necesita de la protección ese árbol para la preservación del agua”, señaló Delsi de los Santos, técnica de la Dirección de Biodiversidad.

La profesional precisó que en el lugar, existen diversos ecosistemas, que abarcan una alta población de anfibios, reptiles y aves”.

En la evaluación del entorno con más de 20 kilómetros cuadrados, además de Rolando Sanó participa Domingo Sirí y otros expertos que forman el equipo multidisciplinario.

Particularidades

El “palo de corral” se toma entre ocho y diez años para estar en un óptimo estado de aprovechamiento, dependiendo de las condiciones del suelo, y en determinados lugares es utilizado de forma ornamental.