Santo Domingo.- La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el país criticó el proselitismo y las denuncias de compras de cédulas en las proximidades y el interior de los centros de votación durante las elecciones del domingo, y recomendó una reforma estructural “profunda” al marco legal que rige el proceso electoral.

En ese sentido, Andrés Pastrana, jefe de la misión, expresó que la legislación electoral debe garantizar equidad y regular el financiamiento privado de los candidatos y establecer mayor equilibrio en la distribución de los fondos públicos, pues a su juicio, los partidos más pequeños reciben menos financiamiento público y tienen menor capacidad de captar recursos privados.

«El modelo de financiamiento público de partidos y campaña en República Dominicana no está diseñado para generar condiciones de equidad en la contienda», señaló Pastrana al dar su informe preliminar de cinco páginas sobre las elecciones generales.

Asimismo, indicó que es necesario establecer un marco jurídico de regulación que establezca el acceso equitativo a los medios de comunicación y que garantice el derecho a la información, entendido tanto como el derecho de los partidos y candidatos a difundir sus propuestas y al derecho de la ciudadanía a estar bien informado.

Fragilidad de jornada

A juicio del ente regional, las elecciones transcurrieron en un «ambiente de normalidad» y «tranquilidad», sin embargo explicó que la principal fragilidad de la jornada de votaciones estuvo en el uso de los equipos técnicos, por lo que sugirió que para futuros procesos electorales el país debe desarrollar y ejecutar varios simulacros, con la anticipación adecuada, que permitan a las autoridades competentes identificar y corregir los errores.

El jefe de la Misión dijo que las fallas técnicas pusieron en riesgo la efectividad de alrededor del 30% de los votos.

En ese sentido, el organismo, con sede en Washington, consideró que la implementación de las nuevas tecnologías debe ser paulatina, con el fin de permitir que tanto las autoridades electorales como los partidos y la sociedad estén preparados para cambios tan «significativos».

Citó que las autoridades electorales debieron ordenar el inicio de la jornada de votación aunque no estuvieran en funcionamiento las máquinas para identificar a los votantes.

«En numerosos recintos faltaron equipos, no llegaron los auxiliares técnicos, o tuvieron problemas de cocnetividad y funcionamiento de las máquinas de control biométrico y de cómputo automatizado», dijo Pastrana.

Señaló que el primero de mayo, cuando la Junta Central Electoral realizó un simulacro que tenía por objetivo realizar los ajustes a todos los sistemas, la misión observó las dificultades de logística, la falta de capacitación y familiarización de los técnicos con el funcionamiento de los equipos, faltas de condiciones de infraestructura periférica, falta de recursos humanos para el manejo de los equipos y falla en el reconocimiento de los códigos de seguridad.

Debido a esos y otros inconvenientes las votaciones comenzaron con largos retrasos, lo que obligó a extender una hora el horario de sufragios.

Los observadores destacaron que “los procedimientos de conteo de votos no fueron homogéneos”, ya que mientras en algunas mesas se hizo manual y exhibiendo las boletas, en otras se realizó “de forma automatizada sin mostrar los votos”.

La Organización de Estados Americanos también cuestionó el sistema de representación en las elecciones al Senado y la Cámara de Republicanos, señalando que «limita la pluralidad», y recomendó separar esas elecciones.