Las nuevas sanciones de la Unión Europea dirigidas contra la vital industria petrolera de Irán entraron en vigencia ayer y Teherán reconoció que las medidas destinadas a frenar su polémico programa nuclear le afectarán.
El vicepresidente iraní dijo que las autoridades almacenaron productos importados y divisas para ayudarse a amortiguar el golpe contra la economía.
La prohibición de comprar petróleo iraní ordenada por la UE es el segundo golpe económico contra la república islámica.