Santo Domingo.- El índice de morosidad de la cartera de crédito ha exhibido una tendencia decreciente, hasta ubicarse en torno al 1.1%, lo que podría deberse al saldo anticipado de obligaciones financieras ante los incrementos de las tasas de interés o a la recolocación de créditos hacia deudores de mejor perfil de riesgo, reduciendo así la cartera riesgosa de las entidades.

En el caso de las entidades de intermediación financiera la mayoría de los deudores del sistema financiero dominicano no incurren en atrasos significativos para el pago de sus obligaciones financieras, eso porque los créditos vencidos en el sistema financiero, medidos a través del índice de morosidad, se situó en 1.1%, por debajo de su media histórica de los últimos 10 años.

Así indica el el informes de Estabilidad Financiera de 2022 y septiembre 2023 el cual prevé que los niveles de morosidad oscilan entre 2.1% y 2.8% al cierre de año.

Apunta que la morosidad estresada continúa exhibiendo una tendencia a la baja, ubicándose en 6.9%, debido a la disminución de los créditos reestructurados » La cobertura de la cartera de crédito vencida fue de 279.0% a julio de 2023, nivel significativamente superior al 100% exigido en la normativa para cubrir el riesgo de crédito al que podrían estar expuestas las entidades de intermediación financiera.», resalta.

En cuanto al índice de morosidad al sector corporativo, medido como la razón de los créditos vencidos y en cobranza judicial entre la cartera total, se redujo en 0.2 p.p. con relación a junio de 2022, situándose en 0.5% a junio del presente año. La disminución de este indicador se debe, en mayor medida, a la recuperación del empleo y al fortalecimiento de la demanda de algunos sectores productivos, tales como el Comercio y Hoteles, Bares y Restaurantes.

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El informe también analiza el indicador de liquidez, medido como el cociente entre las disponibilidades y las captaciones, refleja que las entidades cuentan con suficientes recursos líquidos que le permitirían cubrir sus obligaciones a corto plazo.

A julio de 2023, esta razón se encuentra en 22.7%, es decir, que, por cada 100 pesos captados, las entidades disponen aproximadamente de 23 pesos como recursos líquidos, detalla.

En cuanto a la solvencia de las entidades de intermediación financiera explica que la misma se ubica en 17.2% a mayo de 2023, superior a la registrada al cierre de 2022 y por encima de los estándares históricos domésticos. El coeficiente de intermediación financiera, medido a través de la relación entre la cartera de crédito bruta y las captaciones, alcanzó un 67.6% en julio de 2023, superior en 1.4 p.p. respecto al año anterior.

«Este comportamiento puede deberse a la disminución de los riesgos asociados al otorgamiento de créditos tras las nuevas disposiciones de política monetarias y financieras» resalta el estudio que fue presentado mediante una transmisión digital del gobernador del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), Héctor Valdez Albizu.

Valdez Albizu dijo que los indicadores del sistema financiero muestran que las entidades de intermediación financiera se encuentran adecuadamente capitalizadas y no presentan evidencia de vulnerabilidades significativas que puedan conducir a la interrupción generalizada de la prestación de servicios financieros en el corto plazo. En ese tenor, resaltó que el patrimonio neto de las entidades de intermediación financiera se ha fortalecido, superando los RD$387 mil millones a septiembre de 2023, equivalente a un 5.7 % del producto interno bruto (PIB).

Otras proyecciones

En el periodo estudiado por expertos de la entidad reguladora destacan que el coeficiente de intermediación de la cartera de inversiones se redujo ligeramente a mayo de 2023, registrando un nivel de 32.6%, inferior en 1.0 p.p en relación al mismo período de 2022.

Además proyectan que de mantenerse el entorno y las condiciones macrofinancieras actuales, se estima que los activos totales de las entidades de intermediación financiera crezcan en

torno al 7.6% hacia finales de 2023. » Este comportamiento estaría impulsado principalmente por la cartera de crédito total, proyectándose una expansión de alrededor de 10.3%, consistente con la recuperación del dinamismo de las actividades productivas.

En relación con el patrimonio neto de las entidades de intermediación financiera, se proyecta un crecimiento aproximado de 15.5% interanual, manteniendo la tendencia positiva observada desde inicios del 2023.