El testamento de Napolitan (VII)

El testamento de Napolitan (VII)

El testamento  de Napolitan (VII)

Rafael Molina Morillo, director de El Día

(Continuación del análisis de Joe Napolitan tras las elecciones de 1986)

“3. Alterar la estructura de nuestra campaña televisiva.

“Pasamos muchos anuncios presentando las demostraciones y mítines de Majluta. Varias veces aconsejé contra poner mucho esfuerzo en estos anuncios, pero al equipo de campaña le gustaba la emoción que tales anuncios producían.

En retrospectiva, pudimos haber conseguido más provecho presentando menos anuncios de mítines y más anuncios en los cuales Majluta explicara sus planes de gobierno a la gente para mejorar su nivel de vida. Nosotros habríamos sido respaldados por anuncios testimoniales.

“4. Usar la radio más efectivamente.

“Esto en mi opinión, fue un serio inconveniente. Muchos de nuestros anuncios radiales eran cortes de audio de muchos de nuestros anuncios televisivos; ciertamente no era la forma más efectiva de usar la radio. La radio es un medio distinto a la televisión y por ende debe ser usado de forma diferente.

Es también un excelente medio de transporte para anuncios negativos de terceros. Perdimos una gran oportunidad aquí.
“5. Presentar anuncios de comparación de candidatos.

“Yo acepté toda la responsabilidad por esta falta. Aunque yo había usado ese tipo de anuncios en otras campañas, ni siquiera se me ocurrió hacer lo mismo en la República Dominicana, hasta después de las elecciones. Majluta claramente se habría beneficiado de una comparación persona a persona con Balaguer y con Bosch.

“6. Llamar al debate.

“No había forma de que Balaguer se debatiera con nosotros (en uno de los eventos de comedia trágica de la campaña de 1982, si Balaguer hubiese sostenido un debate con una silla vacía, en la opinión de la mayoría de los observadores, hubiera perdido), pero llamando a un debate en televisión entre tres candidatos, también habría enfocado la atención en la fragilidad de Balaguer y su poco deseo de afrontar a Majluta cara a cara. Esto fue un despiste que no debimos haber cometido.

“7. Hablar más claramente sobre cómo el gobierno de Majluta sería diferente y mejor que el de Jorge Blanco.

“Aún si nosotros sabíamos que Jorge Blanco no era un gran soporte para Majluta, en la mente de las personas eran del mismo partido, y la mayoría de los votantes pensaron que Majluta seria el candidato más probable para llevar la política. Debimos haber dedicado más tiempo a hacer las distinciones en nuestro material mediático.



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