Pan y circo ha sido la tradición a la que se ha recurrido desde los tiempos del imperio romano para que la gente se olvide de los problemas fundamentales que afectan las sociedades.
Las actividades deportivas han jugado un papel de primer orden en ese sentido.
En República Dominicana el béisbol profesional lleva la voz cantante.
A partir de los próximos días la gente se meterá de lleno en la pelota, que al parecer esta temporada tendrá excelente calidad, debido a los ingentes esfuerzos que están realizando los equipos que intervienen en la justa. Hay que admitir que los empresarios del béisbol han avanzado, dado que desde hace varios años no se les subvenciona la energía eléctrica.
Sin embargo, no es justo que el Estado siga teniendo la obligación de reparar los estadios cada vez que se inicia un torneo.
Aunque no es oficial, los estadios son usufructuados todo el año por los dueños de equipos, por lo que deben asumir las reparaciones.
Es más, soy de opinión que el Estado debería venderles esas edificaciones, con un acuerdo que especifique que deben cederlas cuando se les requiera.