De país bajo tierra, ¿se convertirá Cuba en potencia?

De país bajo tierra, ¿se convertirá Cuba en potencia económica del Caribe?

De país bajo tierra, ¿se convertirá Cuba en potencia económica del Caribe?

Cuba se convertirá dentro de unos cuantos años, en una, o la mayor potencia económica del Caribe. Claro, esa afirmación causará extrañeza después de todo lo que ha pasado en torno a esta nación en los últimos 60 años.

Pero, como ahora se está hablando de un Nuevo Orden Mundial, habría que preguntarse ¿beneficiará este reajuste de la geopolítica global la situación económica y social cubana?

Todo está sujeto a factores económicos que emergen, que se visualizan en medio de los avatares de la actual geografía económica, la cual, dicho sea de paso estremece y ha activado a la rebelde e indoblegable isla caribeña.

Hay que apuntar que, la ocurrencia de un inusitado crecimiento de la economía cubana va a depender del hallazgo y explotación de la reserva petrolera y gasífera que la nación socialista afirma poseer en grandes cantidades en el Golfo de México.

Algunos medios de prensa han informado acerca de los propósitos de la República Popular de China de realizar grandes inversiones para extraer de las aguas marítimas cercanas a México y Estados Unidos, el ansiado petróleo cubano. China criticó, y abogó en la Reunión de la ONU por el cese del bloqueo que Estados Unidos tiene contra Cuba, lo que implica implícitamente un abierto acercamiento político con la nación del Caribe.

La diplomacia de China había sido muy cuidadosa con este tipo de pronunciamientos que pudieran verse como un enfrentamiento a las políticas y decisiones del Coloso del Norte.

Pero, igualmente, la Federación de Rusia ha revivido su acercamiento con su otrora aliado del Caribe. Las relaciones de Cuba y Rusia se habían enfriado a causa de la caída del campo socialista. En ese sentido, se habla también de inversiones rusas en Cuba, tanto en el sector energético como en la industria, además de otros renglones de la economía. Para Rusia, Cuba recobra su importancia estratégica en el campo militar como lo había sido en el fárrago de la guerra fría.

En tanto, España y el Reino Unido (Inglaterra) ya hace cierto tiempo que han venido arrimando sus hombros a la economía cubana. Obvio, muy sigilosamente, a fin de evitar roces políticos, diplomáticos y económicos con su poderoso aliado Estados Unidos, el cual persiste en sus impedimentos o bloqueos en contra de la mayor isla de Las Antillas. Las inversiones españolas e inglesas en Cuba están dirigidas básicamente a la industria turística, la cual forja un potencial muy competitivo para los demás destinos turísticos del Caribe.

Naciones africanas, Vietnam, Japón, Irán, Venezuela y países árabes, entre otras, han puesto sus ojos en Cuba y mantienen, o han iniciado la búsqueda, o ya tienen, nichos de negocios en el “Caimán caribeño”. Los propios Estados Unidos no han querido quedarse atrás en esta apertura de la economía cubana y acaban de anunciar el lanzamiento de un programa de financiamiento de pequeñas empresas en la nación socialista. Es decir, Cuba ha abierto sus puertas a inversiones extranjeras.

La alicaída industria azucarera cubana, que en un momento fue un puntal de la revolución, anunció recientemente un plan para recuperar su producción a niveles históricos. México a través del programa Amistad México-Cuba está auspiciando inversiones en la instalación de cooperativas agropecuarias y centros de expendios de productos como el plátano, batata, carnes (caprinas, vacunas) pollos, huevos, hortalizas y otros que están contribuyendo a abaratar los precios a la población.

¿Están dadas las condiciones para que Cuba atraiga inversiones masivas que ayuden a este país a salir de su letargo de más de 60 años? Por lo menos, se visualizan cambios de mentalidad y nuevos enfoques, se nota un espíritu de apertura hacia un “capitalismo de Estado al estilo chino”, preservando, eso sí, la base socialista del pensamiento político, entre sus actuales autoridades. Será a partir de la consumación de los citados factores que Cuba podrá emerger como una potencia económica del Caribe.

Las naciones de América Latina y el Caribe tienen que comenzar a ver a Cuba como una oportunidad de inversión y de negocios ante esta nueva realidad que se presenta de apertura de su mercado y reglas más flexibles, las cuales son propias o acordes a las economías de mercado. Hay que “romper el hielo”, hay que superar los prejuicios y aprovechar este campo virgen, el cual espera de nuevas inversiones de capitales que sería mejor si provienen de la propia región, en la nación de Carlos Manuel Céspedes, José Martí, Máximo Gómez, Fidel Castro y Ernesto –Che-Guevara.

Cuba competirá con turismo RD

Según me refirió hace varios años un consultor de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y con quien colaboré en términos periodísticos, la apertura de la economía de Cuba se convertirá en “un gran reto” para la industria turística de la República Dominicana. El experto español valoró que, además de hermosos recursos naturales, playas, lugares históricos y otros atractivos, los cubanos han preparado sus recursos humanos, los cuales estarán listos para integrarse a las actividades turísticas una vez se produzca la apertura de su economía.

Cuando eso ocurra, nuestro país tendrá un largo trecho recorrido en materia de desarrollo de la “industria sin chimeneas” y eso nos permitirá mantenernos por un buen tiempo, como una potencia turística entre los destinos del Caribe, desplazando a enclaves que tuvieron grandes atractivos en la región, como México, Puerto Rico y demás islas caribeñas.

En tanto que Cuba deberá sortear los desafíos del resurgimiento de una nueva “guerra fría”, un Nuevo Orden Mundial “sin China ni Rusia”, como lo acaba de proclamar Antony John Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos.

Aunque en principio se benefició, Cuba luego ha vivido la traumática experiencia de lucha de los dos grandes bloques ideológicos y económicos que reinaban en el globo terráqueo: Estados Unidos y aliados, por un lado, y por otra parte, la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) China y los regímenes socialistas.

Supuestamente esa guerra ideológica marcó su fin, pero Cuba quedó atrapada entre “las patas de los caballos”, entre los residuos de esta lucha tenaz. Se creía que había finalizado esta llamada “guerra fría”, pero no, subyacía y al parecer ha resurgido de nuevo. En esa línea de acción, Norteamérica persistía, y persiste, en castigar a la isla disidente con un bloqueo infernal que ha llevado a la población cubana a vivir todas clases de vicisitudes.

Cuando visité Cuba en el año 2010 con un grupo de periodistas a un seminario sobre “Periodismo Hipermedia”, en el prestigioso Instituto Internacional José Martí, de La Habana, ya se producían amagos de apertura y afloraban los escarceos sobre el petróleo cubano en el Golfo de México.

En una de las conferencias del taller de marra, el profesor Darío Machado explicó la difícil situación que vivió el pueblo cubano debido al bloqueo, señalando que el escenario obligó a que prácticamente existiera “una Cuba bajo tierra”.

Un golpe “muy duro”

Según el profesor Machado, el “período especial” que se implementó en Cuba a partir de 1989 a raíz del desplome del campo socialista, “fue un golpe muy duro”. En esa etapa, el 40% de la tierra productiva quedó ociosa y todavía la industria azucarera “está muy deprimida”. En la parte humana, -se enteró este periodista por otro lado-que ese período laceró el alma de la familia cubana. Todavía se observan secuelas de esta época en las calles cubanas.

El grupo de periodistas dominicanos, unos 15 en total, escuchó atento los señalamientos del cientista social Machado, en procura de entender en toda su inmensidad, los alcances de sus explicaciones. Los reporteros, jefes de prensa y de Relaciones Públicas de instituciones estatales dominicanas, llegamos a La Habana y pernoctamos en la Residencia “El Costillar de Rocinante” del Instituto José Martí.

Al día siguiente ya escuchábamos la tercera exposición del seminario, de parte, precisamente, del profesor Machado, quien afirmó que la inteligencia y la capacitación de sus recursos humanos “es la principal fuente de ingresos de Cuba”.

Para esa época la nación caribeña soportaba su Producto Interno Bruto (PIB) en la economía de servicios, turismo, exportaciones de níquel, fármacos, vacunas y productos biofarmacéuticos. Renglones que dijo generaban 3,000 millones de dólares.

Destacó que en Cuba opera un prestigioso Centro de Biología Molecular que ha desarrollado valiosas vacunas y fármacos de gran impacto a nivel local y para exportación. Contaba, asimismo, con más de 200 centros de investigación en los que trabajaban unas 35 mil personas. No sé cuántos centros de este tipo tendrán ahora.

Machado, sin poses y vistiendo un sencillo pantalón jean crema, franela blanca y zapatos abiertos, mostró la situación político-social de la Cuba de entonces: -“Hay una Cuba bajo tierra”, expuso. Y subrayó: “Estamos frente a un enemigo que no cede en sus amenazas”.

Infraestructuras subterráneas

En ese sentido, el académico manifestó que su país vivía la incertidumbre de una guerra inminente y se preparó, con ayuda de la Unión Soviética, para recibir un ataque nuclear por parte de Estados Unidos. Explicó que debido a esa situación Cuba tuvo que hacer una gran inversión de su Producto Interno Bruto (PIB) en la construcción de hospitales, comedores, dormitorios y refugios, hangares para aviones, entre otras infraestructuras subterráneas.

“Eso cuesta. Tenemos que pagar un precio muy alto por ser independiente”, subrayó el cientista social con un aval de unos diez libros publicados, investigaciones sociopolíticas de Cuba y América Latina, conferencias y decenas de intervenciones académicas.

Cuba vivía, según este académico, en la incertidumbre permanente de un ataque y para resistir llegó incluso a almacenar “bajo tierra” grandes cantidades de alimentos no perecederos para estar lista ante una eventual situación de guerra. Supe, por otra vía, que parte de esa reserva de alimentos el país socialista la donó a Haití en un momento de una catástrofe.

La situación llegó a un punto de extrema vigilancia y estado de alerta por parte de los cubanos. Un experto en radiocomunicaciones de Cuba me relató que los servicios de inteligencia de su país detectaron en un anuncio de Coca Cola, “un mensaje en clave para un ataque inminente”.

Y me aseguró que no era paranoia. Todo fue confirmado por especialistas en radiocomunicaciones y los servicios de inteligencia del Estado cubano. Los expertos cubanos hacían ¿o hacen? a diario análisis de todos los mensajes dirigidos a Cuba desde Estados Unidos y otros territorios hostiles.

Contó que esos tiempos fueron de muchos sufrimientos para el pueblo cubano. Se ha pasado desde entonces por muchas penurias. Hay cosas que por orgullo los cubanos no airean, pero hubo zonas del país en que algunas familias hervían las cáscaras de plátano para comerlas, como forma de rendir la ración de víveres que recibían del Estado socialista, en los momentos más apretados del bloqueo que le mantiene Norteamérica.

Potencia económica del Caribe

Es por eso que resulta hasta increíble que un país que ha atravesado por ese tipo de vicisitudes que pudieran ser consideradas bestiales, y que apenas la ha superado un poco, ahora se perfila para convertirse en un futuro no muy lejano como la principal potencia económica del Caribe.

Pero todo dependerá –eso sí-de la cantidad de petróleo que encuentren y exploten los chinos en el Golfo de México y que sigan fluyendo inversiones extranjeras directas al Estado caribeño.

También, dependerá de cómo Estados Unidos defina y aplique su Nuevo Orden Mundial, “sin China ni Rusia”. Esperemos.

ere.prensa@gmail.com



Etiquetas