Cielos Abiertos, un trasfondo innegable

Cielos Abiertos, un trasfondo innegable

Cielos Abiertos, un trasfondo innegable

En los últimos meses se ha notado un deterioro en la calidad del servicio que prestan aerolíneas que dan servicio a la República Dominicana y se han reportado algunas situaciones en el Aeropuerto Internacional de las Américas que en otras circunstancias podrían pasar como “rutinarias”, pero que en la actualidad son una gota más sobre una copa con agua.

A eso se le suma una innegable indefinición institucional en el Instituto Dominicano de Aviación Civil que se ha prolongado más allá de lo entendible.

Hasta ahora no se tiene constancia pública de que esa situación incida en la seguridad aeronáutica dominicana, pues una cosa son los servicios al cliente y otra son los asuntos técnicos referentes a la seguridad de la aeronavegación.
Sin embargo una hace que la atención se dirija hacia la otra.

República Dominicana tiene que proteger como un bien preciado el reconocimiento que tanto trabajo costó conseguir: la categoría I reconocida por la FAA de Estados Unidos.

El Gobierno estadounidense ha demostrado ser capaz de usar los medios a su disposición para la obtención de objetivos o defensa de sus intereses y en la actualidad tiene un marcado interés en conseguir un acuerdo de “cielos abiertos” en condiciones que no son totalmente favorables para República Dominicana.

No se puede dar pie a que fallas en servicios al público sean utilizados como pretextos para justificar acciones eminentemente técnicas que afecten la reputación y calificación aeronáutica dominicana como forma de presionar para que se le conceda su deseado acuerdo de cielos abiertos en las condiciones que ellos plantean.

Recordemos que la categorización de la FAA es una acción unilateral del Gobierno de Estados Unidos, que no responde a determinaciones propias de la Organización de Aeronáutica Civil Internacional (OACI) y que por tanto puede manipularse como instrumento de presión en negociaciones bilaterales, como sería el caso del Acuerdo de Cielos Abiertos.

Se recomiendo tener los ojos abiertos, la diplomacia activa y la prevención funcionando ante este panorama.