Los huracanes siempre dejan sus víctimas, antes o después de su paso por cualquier territorio, porque si no son los vientos, los producen las copiosas lluvias.

“María” atacó parte del este y nordeste del país, pero en la parte sur también encontró a una víctima que muy pocos entendían que podía caer tan bruscamente.

Se trata de los ocho años que un tribunal colegiado de San Cristóbal le impuso al exjugador de Grandes Ligas Raúl Mondesí, por malversación de fondos públicos, mientas se desempeñó como alcalde de su natal San Cristóbal.

Una lástima que Mondesí, jugador que como dice el cliché “puso en alto la bandera nacional en Grandes Ligas”, debido a su excelente labor durante 13 temporadas, esté en una situación tan calamitosa.

En este caso, cabe a la perfección el decir popular de “zapatero a tu zapato”, porque muchos jugadores que han ganado muchos millones, cuando se retiran son “escauteados” para que incursionen en la política, para aprovechar su popularidad y sus recursos económicos.

¿Qué tipo de conocimientos administrativos y contables pueden tener individuos que desde muy jóvenes solo han manejado un bate y una pelota, para manejar fondos en instituciones tan politizadas como los ayuntamientos?
Definitivamente, ninguna, por lo que quedan expuestos a realizar verdaderos tollos contables, quizá en la creencia de que como aquí “na e na”, un mal manejo de recursos públicos no acarrearía ninguna sanción.

En una oportunidad hasta el inmortal de Cooperstown, Juan Marichal, quien se desempeñó como secretario de Deportes, fue amenazado con someterlo a la Justicia por una famosa importación de espuelas de gallos de pelea.

El caso de Mondesí debe servir a otros de ejemplo de que la política es para los políticos profesionales, que esos sí saben cómo salir con grandes fortunas sin que nadie los señale, y si acaso lo hacen, les importa un comino.