Le pregunté al poeta Miguel Antonio Jiménez, quien actualmente dirige el César Vallejo, qué es un taller literario, y me dijo: “Es una institución que cultiva la literatura entre sus miembros, el pensamiento y la esencia literaria”; “el Taller puede manifestar que ha sido un escenario como organismo sin local propio, que ha vivido errante en su hábitat”. La Casa de la Rectoría, de la Zona Colonial, parece ser su nuevo local.
El César Vallejo se fundó el 16 de enero de 1979, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, guiado de la mano de Mateo Mórrison y un grupo de jóvenes que dibujan desde el presente su futuro.
La evolución del Taller ha generado un rigor de estudio del cual se desprende una programación anual que organiza el estudio de la literatura en la institución donde los miembros van avanzando en la ciencia literaria, sobre todo en la creación poética. Ese rigor de estudio ha permitido conocer la poesía hispanoamericana, el cuento y la novela de Latinoamérica, la negritud, la estética y la preceptiva literaria, la filosofía y la lingüística.
Antes de que la Feria Internacional del Libro del presente año se nos venga encima, voy a evocar algunas obras que la conciencia medular de la literatura dominicana ha aportado, desde el César Vallejo, sobre todo en los actuales momentos: “La invención del día”, “Deus Ex Machine”, “Lengua de Paraíso”, todas de José Mármol; “Nervio del oscuro”, “Amante del amor”, “Caída agonizante”, de Miguel Antonio Jiménez; “Amor a quemarropa”, “Vuelta al Cantar de los Cantares”, de Tomás Castro Burdiez; “La infinita presencia de la sangre”, “Oráculo del suicida”, de Dionisio de Jesús; “Cotidianidades”, “Después de las 12”, de Marcial Mota; “Jardín del augurio”, “Acrobacia del ser”, de César Zapata; “Cabaret místico”, de Plinio Chahín; “Ceguera del infante”, Félix Betances; “Las formas que retornan”, Nan Chevalier; “Santo Domingo: Año Cero en curso”, Orlando Muñóz; “Entre brumas”, de Petronila Saviñón, y “En el temblor de las visiones”, de Valentín Amaro, entre otros. Sé que se me quedan algunos, pero ya tendré oportunidad de mencionarlos.
El contexto de la UASD ha sido el escenario de la institución literaria, que en su creación ha tenido el apoyo logístico y el aura que en el conocimiento ofrece la Alma Mater, como seno presente de un universo de estudio. El liderazgo fluyente de jóvenes como Juan Brijan e Ylonka Nacidit Perdomo, también han perfilado el estudio y la dedicación literaria de la institución. Hay más nombres…
La poesía ha sido el centro en el Taller Literario César Vallejo a un nivel creativo, y a un nivel de estudio y lectura e investigación.
La otrora XXII Feria Internacional del Libro ha tenido el acierto de reconocerlos en la conmemoración número treinta de su aniversario.
