Los Partidos Políticos y el Síndrome del Matrimonio Múltiple

Los Partidos Políticos y el Síndrome del Matrimonio Múltiple

Los Partidos Políticos y el Síndrome del Matrimonio Múltiple

La regla es preconcebida y debe ser siempre arbitraria en el sentido castizo, es decir después de establecida, es así, porque es así. Cúmplala y luego cuestiónela, pero sólo puede impugnarse después de obedecida, pues de lo contrario eres rebelde inadaptado y conflictivo, lo que de seguro limitará tus posibilidades de ascender al próximo peldaño de oportunidades que la vida te ofrezca.

En la sociedad todo es un contrato, verbal o escrito, para hacer y para no hacer, las normas están ahí y hay que aceptarlas o luchar contra ellas, pero cuando no se está en defecto.

La monogamia es regla. Muchos hombres juegan a la poligamia y pueden temporariamente gozar y abusar lo suficiente en esta condición, pero generalmente se termina mal. Muchas mujeres, más de lo que cualquiera se imagina, cultivan relaciones que podrían calificarse de Matrimonio Múltiple. Son conexiones de interacción y control que van más allá de la amistad simple, a veces ni siquiera lo son, con amigas, hermanas,  amigos y hasta mamás, que manipulan y controlan como si portarán contrato de exclusividad, lo que a la larga dinamitará las relaciones matrimoniales efectivas con la pareja del hogar, institucion en que se fundamenta el Tejido Social.

Si esto es así en la  vida cotidiana, también lo es en otras esferas como la política y los negocios; no se puede servir a dos señores, afirma el evangelio de San Mateo, principio que conserva un valor absoluto cuando se trata de lealtades.

En las campañas electorales partidos grandes y pequeños pactan y contratan en bloques, donde pensamientos e ideologías pasan a un plano secundario, los ganadores jerárquicamente se dividen el pastel.  El más grande, el jeque, el patrón reparte de a poco y entre migajas y migajas, se queda en control, ante ojos golosos que siempre quieren más, los núcleos internos de éstos grupos, presionan a sus dirigentes para que exijan y exijan sin límites, porque el que no grita no mama y la vaca nacional puede ilimitadamente engendrar tetas vacantes que acurruquen o anestesien la disidencia. 

Al fin de cuentas, el Estado nunca será tan grande como para complacer a tantos hambrientos succionadores. Previo a la zafra, las campañas electorales, algunos partidos bajan o levantan su perfil para crear celos e interés entre sus pretendientes o por nuevos enamorados que entran al escenario. Se habla entonces de matrimonio, de acuerdos y de infidelidades. Sería bueno que cada hogar resolviera sus conflictos de interacción a lo interno, que busque la felicidad por su casa y con su alma, ante que jugar al tira y jala, o a una aparente prostitución.

Estos partidos no entienden que hay amores difíciles y adúlteros y amores que matan de atrofia, y lo peor es que quien tu quieres que se enamore de ti, te mira perplejo y cuestiona ¿y éste? ¿A cambio de qué? Empequeñecido, eso no es de emergente. Divorcio entre la cúpula y su base o dirigentes sin dirigidos.  Los grandes se mueren de risa, de los busca vida, infieles y cuernudos. ¿Con cuántos te quieres casar? Cuánto le cuesta al país este drama? La gente no llega tan lejos detrás de los encaretados, solo hasta que se le caiga el disfraz. Si quiere crecer cuida tu identidad, trabaja tus músculos y tu estructura ósea, pero qué va, las sanguijuelas no tienen esqueleto y para reprobar el examen no hay que estudiar.



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