En una sesión pasada el Senado de la República aprobó un proyecto de ley cuya repercusión terminó arropado por la pieza que autoriza al Ministerio de Hacienda a emitir y colocar bonos por una suma multimillonaria, que será usada para financiar el Presupuesto General del país para el año 2015.

El proyecto en cuestión tiene que ver con el uso y valoración de los símbolos patrios, de la autoría del senador Eddy Fernando Mateo Vásquez.

Se trata de una iniciativa de vital importancia para el presente y las futuras generaciones, ya que cada día hay indicios de que nos subsumimos en un irrespeto a los valores patrios y el reconocimiento a esa labor hecha en el pasado por Juan Pablo Duarte y los independentistas para colocarnos en el concierto de naciones libres.

Hay necesidades del presente que ameritan ser cubiertas con la emisión de bonos por un monto de 110 mil 888 millones de pesos. Independientemente que esa sensible operación económica nos lleve a igual procedimiento a finales del año entrante, para poder cubrir las deudas que generarán esta acción hecha por el Senado.

La ley de símbolos patrios constituye una pieza de gran valor e incentivo moral en el presente caótico y de subversión de valores en que vivimos.

Porque, tal como dice el proyecto en uno de sus considerandos:

Los símbolos patrios reúnen en sí la historia, el patriotismo, las esperanzas y aspiraciones del pueblo dominicano, que les rinde constante homenaje en forma espontánea y son además objeto de tributo oficial por los organismos y entidades de la nación.