La escenografía de Fidel López es minimalista. La coreografia adaptada de Elizabeth Crooke es fiel a la película (para los que no hemos visto el musical en Broadway) y la dirección de María Castillo es, sencillamente, impecable.
En Dreamgirls, el musical número 11 que presenta Amaury Sánchez, esta vez en el Palacio de Bellas Artes, nos llevamos una agradable sorpresa: la imponente voz de Cristal Marie (a pesar de que en algunos números musicales, quizás como un recurso para mantener la afinación de la voz, su registro de voz bajaba demasiado) y su dominio escénico en el rol de Effie White.
Otras dos grandes revelaciones fueron Mariele Ferreira, como Lorell Robinson y Carlos Quezada, a quien vimos en el musical I love RD, de Antonio Melenciano, esta vez en su interpretación de C.C. White.
Stephanie Fatule (Deena Jones) tiene mucha experiencia en este tipo de trabajo, sin embargo, hay momentos en que su voz no es lo suficientemente potente para alcanzar una interpretacion destacada. Waddys Jáquez representa un plus a esta producción. Su Jimmy Early no podía estar mejor; Héctor Aníbal hace un muy buen Curtis Taylor
Junior. Orestes Amador se luce en su interpretación de Marty y Vicente Santos, siempre tan elocuente. Es importante reconocer el interés del equipo de producción por conservar la esencia del musical.
