Los Juegos Nacionales Escolares deben ser la principal estructura en que descanse el deporte de la República Dominicana.

En todas las naciones ese renglón es decisivo para su desarrollo, al punto que las grandes inversiones se realizan en esa etapa.

Esos juegos, al igual que los Nacionales, han sido un despilfarro de recursos, sin que haya una política definida al respecto.

Ni siquiera el Instituto Nacional de Educación Física Escolar ha sido capaz de ejecutar programas acordes con las realidades del estudiantado nacional.

Es una lástima, pero hay que admitirlo, que durante los años de la sangrienta dictadura de Trujillo las escuelas tenían planes más claros, de hacia dónde se quería llegar.

En la actualidad, autoridades de Monte Plata desarrollan una campaña tras la sede de los próximos Juegos Escolares.

¿Cuál es el objetivo de la misma? ¿Dar uso a las instalaciones de allí, o aprovechar los recursos que se manejan durante esa jornada?

Si no se trazan estrategias para cambiar lo que hasta ahora se ha venido haciendo, lo mejor es que esos juegos se reinicien cuando se tengan planes concretos que contribuyan al desarrollo físico y mental de los estudiantes.