Familia y sexualidad

Familia y sexualidad

Familia y sexualidad

La familia es como una célula, la cual protege socialmente a los individuos y los relaciona. Es la familia la célula social donde el niño se convierte en adulto a partir de un ambiente de estímulos, firmeza, tolerancia, comprensión, amor y disciplina.

La sexualidad se vive desde el nacimiento hasta el último suspiro, ya que todo lo que sentimos, pensamos y actuamos está relacionado con ella. Por tanto, al formar una familia, hay que prepararse para orientar a sus miembros sobre el tema de la sexualidad con naturalidad, objetividad y veracidad.

Las primeras informaciones sobre el aspecto sexual de la vida las debe recibir el niño de sus padres, debiendo ser explicadas de acuerdo a la edad que tenga y con la mayor franqueza.

Esto hará que el niño entienda su sexualidad como parte de su vida y sin misterios, culpa o vergüenza. Comenzando por llamar sus órganos genitales por sus verdaderos nombres, que puedan decir pene, vagina, vulva, testículos y ovarios como dicen orejas, boca o piernas.

Dar las explicaciones que los niños pidan solo contestando lo que preguntan sin adornar, hacerlo con acertividad, ternura y amor.

A medida que el niño crece las explicaciones pueden ser más complejas, siempre basadas en la verdad. Para lograr la comunicación sexual adecuada, los padres tienen que estar convencidos emocional e intelectualmente de que la sexualidad es absolutamente natural, procurando siempre utilizar orientaciones correctas y objetivas que apoyen los elementos necesarios para su mejor desarrollo afectivo, sexual y emocional.



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