El drama “Un tranvía llamado Deseo”, del dramaturgo Tennessee Williams, ganador del Pulitzer en 1948, ha sido presentada en el majestuoso Palacio de Bellas Artes, producción de Fidel López, artista responsable de diseños y montajes de grandes espectáculos; dirección de María Castillo, quien imprime calidad con su potencial que fluye en escenarios y acciones afines; un elenco de primerísimos actores, protagonizado por Karina Noble y Félix Germán, además, María del Mar, Ernesto Báez, Lidia Ariza, Diógenes Medina, Héctor Then, Omar Ramírez, Andy Iturbides y actuación especial de Flor de Bethania Abreu.
Ha sido presentada en los más prestigiosos teatros del mundo con gran éxito; la versión para cine protagonizada por Marlon Brando y Vivien Leigh ganó afamados premios, un Oscar a la mejor actriz y ha paseado por variados idiomas y países en todas las versiones posibles.
Destaco las actuaciones de Karina Noble –Blanche-, Félix Germán –Staley- , María del Mar –Stella- y Lidia Ariza –Eunice-, sin restar méritos a los demás, cuyas actuaciones están muy bien logradas.
Qué derroche de talentos aunados para disfrutar la obra clásica del teatro norteamericano, interpretada espléndidamente por actores dominicanos.
Fue creada en Nueva Orleans, su música evoca el jazz de sus calles y nos envuelve en el drama con fuertes efusiones encadenadas en cuadros sucesivos de pasión amorosa, traición, reconciliaciones, deseos, sentimientos, remembranzas, secretos, muerte, bajas pasiones, sueños y fantasías.
Un desfile del drama humano plasmó el dramaturgo norteamericano; laureado hace más de cincuenta años y clásico del teatro mundial, magistralmente, montada y actuada por talento dominicano.
Es mi deseo seguir disfrutando del buen teatro como espectáculo que provoca y remueve los sentimientos humanos, de forma completa, porque de maneras simultáneas, diferentes manifestaciones artísticas se aúnan a la actuación; vestuarios, pinturas, escenografía, música y literatura, para apreciar y disfrutar.
