El rostro del desconcierto y la incertidumbre

El rostro del desconcierto y la incertidumbre

El rostro del desconcierto y la incertidumbre

Roberto Marcallé Abreu

El dominicano vive, en estos momentos, una situación de desasosiego e incertidumbre. Eventos de la peor naturaleza le golpean el rostro desde que Dios amanece. Incendios inexplicables de nuestros bosques. Asesinatos tras asesinato, y cada uno de ellos más horrible que el anterior.

Los feminicidios no se detienen y un payaso insulta a los Padres de la Patria para hacerse el gracioso. Los barrios y ciudades de provincias piden a gritos que la Policía haga frente a los atracos que ahora ocurren a todas horas. El transporte es un caos.

El endeudamiento externo prosigue indetenible. A un año de las elecciones, los políticos y candidatos gastan millones de pesos en promoverse.

En el seno del PLD sigue el enfrentamiento a favor y en contra de la reelección. Abinader es escogido por una matrícula de 300 mil personas, cuando se anunció que los votantes inscritos ascendían a dos millones.

Cada mes, los Estados Unidos nos premian enviándonos decenas de delincuentes graduados en las peores manifestaciones del delito. No hay día que no se atrape un alijo de drogas millonario.

Se aproxima el fin del proceso de naturalización y quienes nos gobiernan ni se preparan ni parece importarles lo que eso significa.

De camino, habitantes de los bateyes se quejan de que empresarios y el mismo Gobierno tienen el propósito de traer miles de braceros haitianos menores de veinticinco años de manera clandestina para la industria azucarera.

El comercio de carbón prospera en desmedro de los bosques nacionales. Se denuncian a cada momento los cortes ilegales de árboles y la destrucción del lecho de los ríos. Zonas enteras están siendo devastadas para proveer a la industria de construcción.

El costo de la vida sigue su curso hacia arriba. Se estudia “transformar el esquema de facturación” de la energía eléctrica y todos sabemos para qué. Los combustibles en alza. Mientras los cobros de las edes se incrementan, al mismo tiempo aumentan de manera escandalosa los sueldos y salarios de sus gerentes y altos funcionarios.

Los sindicatos de choferes evidencian su poder y que nadie los gobierna. Quién no observó a un grupo de energúmenos amenazar al conductor de un viejo autobús y a decenas de niños aterrados porque hay que respetar sus monopolios. Siguen sin ser apresados los culpables de decenas de crímenes que se han producido en los últimos meses.

Un narco extraditado es enviado desde Estados Unidos y las autoridades no se dan por enteradas hasta que tratan de secuestrarlo en una plaza pública y se arma una balacera. ¿Cómo es posible que fallaran los controles sanitarios facilitando la entrada de la mosca de la fruta?

Las principales ciudades del país apenas tienen reservas de agua para sesenta días. ¿Y la autoridad? ¿Y el gobierno? ¿Y los responsables? Bien, gracias.



Etiquetas