Si el mayor grueso poblacional de este país tuviera los recursos económicos que tienen muchas familias de clase media y alta de esta sociedad, las escuelas públicas se quedarían vacías, sin alumnos.

Ningún funcionario del Gobierno, de cualesquiera de estos últimos gobiernos que hemos tenido, han puesto a sus hijos en la escuela pública. ¿La razón?, porque es un sistema de base fallido, con maestros poco profesionales, que muchos no saben escribir ni leer correctamente, porque no hay garantías de elevada enseñanza al alumno.

No se alimentan correctamente y no existe incentivo al alumno de ningún tipo. En el sector privado también ocurren cosas.

La educación en primaria y secundaria, incluida algunas universidades del país, es de risa. Paupérrima preparación de maestros. No fomentan el arte, lectura, investigación en la ciencia, deportes. No tenemos un Estado garante de un buen sistema de educación a nuestros niños y jóvenes.

Por eso los colegios privados son un negocio redondo, una mafia existente que hace lo que le da la gana con los altos precios de matrículas, asignaturas que no sirven para nada, libros y demás. No dan becas, tampoco libros ni nada gratuito que ayude a las familias.

Comparar es un ejercicio agotador, pero es vital observarse en los mejores espejos que atañen a la sociedad. El caso de la educación pública en Finlandia, un país para nosotros lejano, de donde se reciben pocas noticias, es el primer país en el mundo en educación pública, incluida la universidad, gratuita para sus niños y jóvenes, incluye: libros, material escolar, comedor, asistencia enfermería, biblioteca, etc…

Los niños finlandeses inician su vida escolar más tarde en edad. El sistema finlandés de educación coloca a los mejores maestros en la fase de primaria, y así sucesivamente.

No existe, lean bien, no existe la educación privada, porque todos confían en el sistema educacional público del Estado. Esos niños finlandeses que hoy están en la escuelas serán los mejores profesionales del futuro, dicho por los estudios estadísticos de educación mundial. De hecho, tampoco dejan tareas absurdas al alumno como sucede en nuestro país. El alumno debe tener tiempo para recrearse y ocuparse de vivir su etapa de niño y joven.

¿A qué se debe su éxito?, a la familia, la escuela y los recursos socioculturales (bibliotecas, ludotecas, cines…). En este país los padres saben que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela. También en un estudio que leí se toma en cuenta la elevada calificación académica del profesorado en Finlandia, principalmente en educación primaria.

“Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños, y los ponen en manos de los mejores profesionales del país”. ¡Qué envidia de sistema!

En nuestro patio, los gobiernos se empeñan en construir escuelas y no en mejorar el sistema de la educación pública dominicana. Con eso se llenan la boca. Mientras lo público en educación y sanidad no funcione, lo privado succionará eternamente los bolsillos de los demás…