Bloomberg News.-Como gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney destacó la disposición a “acompañar las palabras con actos” como motivo del éxito de su campaña de 2009 para manejar las expectativas respecto de las tasas de interés.

La prueba para Carney, que ahora está al frente del Banco de Inglaterra (BOE, por la sigla en inglés), así como para el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, es si tendrán que hacer lo mismo conforme introducen la llamada orientación a futuro con la esperanza de impulsar el crecimiento económico mediante la limitación de los costos crediticios que se cobran en los mercados financieros.

El BOE calificó de “no garantizada” una reciente declinación de los gilts y el BCE aseguró tasas bajas durante un “período prolongado”, por lo cual las autoridades podrían tener que respaldar sus palabras con hechos o arriesgarse a que los inversores cuestionen sus compromisos con un incremento de los rendimientos.

“Una vez que se ha probado con la orientación a futuro es muy difícil no verse arrastrado a hacer más, o al menos a actuar mediante la instrumentación de mayor transparencia”, dijo Gilles Moec, economista jefe para Europa de Deutsche Bank AG en Londres y ex funcionario del Banco de Francia. “Es difícil limitarse a una vaga intervención verbal”, dijo.