La verdad que los estrategas y comunicólogos de Luis Abinader deben estar halándose las greñas. Por más que se desgañitan sus voceros y el candidato “perremeísta”, alegando cuán malo está todo, los tercos hechos cada día arrugan sus razonamientos.

Ayer jueves hubo ejemplos de sobra. Dizque –según Abinader— el ambiente de negocios está maleado, pero un mismo día se anunciaron dos inversiones foráneas multimillonarias.

El grupo petrolero francés Total será socio de Vicini al adquirir 70% de las acciones de la mayor distribuidora de combustibles del país, con más de 130 estaciones de servicio.

Sólo en rediseño de las bombas invertirán más de RD$2,350 millones. No hay confianza, dice Abinader, pero el grupo Altice, que opera las telefónicas Orange y Tricom, anunció una inversión nueva de mas de RD$6,200 millones para competir mejor con Claro.

La fresa sobre la crema es el generoso elogio de Hipólito Mejía al proyecto gubernamental de La Barquita, un monumental rediseño urbano. Y encima el peso de las encuestas serias… ¡Qué tortol! ¡Cuánto sufrir hasta mayo!