El senador Bautista cree que Bosch se sentiría orgulloso de él y su trabajo por el PLD. “¿Sabe por qué? Porque yo siempre he dado la cara y estoy dispuesto a darla en cualquier lugar y en cualquier momento…

Tengo las pruebas, no importa lo que usted escuche que la gente dice”, dijo. Al mismo tiempo, tras pactar con Bautista el retiro de una demanda por difamación en Miami, el economista Jaime Aristy Escuder afirma que no se retracta de lo dicho en su libro que acusa a Bautista de corrupción y por cuya causa surgió el reclamo judicial que lucía finiquitado.

Yo no sé si Bosch realmente se enorgullecería de un dirigente objeto de tanta maledicencia, pero sí estoy seguro de que muchos dominicanos prefieren el modelo de superación personal de Bautista, haciendo negocios desde la política, que el de Aristy, haciendo política desde su profesión. Y quizás ahí, paradójica, absurda e increíblemente, radica el meollo de este sainete.