Hay instituciones gubernamentales cuyo impacto varía enormemente según la persona que dirija. Pero he visto pocos casos como el Archivo General de la Nación.

El historiador Roberto Cassá, ex presidente de la Academia de la Historia Dominicana, doctor en sociología por la UASD y antiguo profesor en universidades dominicanas y de México, es el director del archivo.

Desde su inicio en 1944 hasta 1959, el programa de publicaciones del AGN produjo quince obras; entre 1959 y el 2004, no hubo ni una sola obra editada por el archivo, pese a sus ricos fondos documentales; desde 2005 –cuando fue designado Cassá- hasta mediados del 2014, el número del más reciente volumen es CCII, o sea ¡doscientos dos! Me parece que pocas instituciones estatales dominicanas han desplegado una labor cultural y editorial tan relevante. Pese a ello, el principal responsable de la institución apenas sale por la prensa y deja que su obra hable por él. Hay que quitarse el sombrero…