Derecho a la salud y paros médicos

Derecho a la salud y paros médicos

Derecho a la salud y paros médicos

Carlos Salcedo.

Las constantes paralizaciones de los servicios de salud por parte del Colegio Médico Dominicano (CMD) a quienes más afectan son a las clases pobres, lo que descalifica sus muchas veces justos reclamos.

Pone en juego el fundamentalísimo derecho a la salud y la vida misma de quienes se van a sus casas sin recibir la atención médica debida.

Los médicos tienen el derecho a vivir dignamente y el Estado el deber de cumplir con lo pactado en cuanto a aumentos salariales, mejoramiento de las condiciones laborales y establecimiento de programas de incentivos. Pero se hace necesario también el monitoreo de las jornadas de trabajo y el aumento de la calidad del servicio al ciudadano.

El Sistema Nacional de Salud (SNS) y el Instituto Dominicano de Seguridad Social (IDSS) son fundamentales para el correcto desenvolvimiento de los servicios públicos que ofrece el Estado para garantizar la salud pública con una cobertura total de las necesidades médicas de los ciudadanos, incluyendo los servicios de atención primaria, secundaria, terciaria, tratamientos y sistemas de prevención.

Los insultos del CMD para quienes participaron de las negociaciones por parte del Gobierno alejan una pronta solución.

Y es que el incumplimiento de una parte no debe conllevar la falta de cumplimiento de la otra en casos de interés general, más cuando está en juego la vida de seres humanos.

Las vías del diálogo sincero y transparente son la manera más efectiva para superar el enfrentamiento actual entre autoridades y médicos.

Debe ser siempre la primera acción sin que nunca se detengan los servicios de salud, inclusive en situaciones de crisis.

La parálisis sólo genera un mayor daño a la población dominicana.

El mejoramiento del sistema de salud dominicano conlleva mayor efectividad en los procesos administrativos, una política salarial coherente, que no tenga distorsiones de puestos iguales con ingresos diferentes y una mayor rigurosidad en el manejo de los recursos humanos.

El cambio de comportamiento de los médicos debe estar a la altura de las circunstancias y de las expectativas que el país tiene sobre ellos.

El CMD debe ser ya más creativo en sus llamados de atención para ganarse el respaldo ciudadano, sin paralizar jamás los servicios de salud.



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