París.- Los líderes de cuatro países europeos (Francia, Alemania, España e Italia) y de tres africanos (Libia, Níger y Chad) se reunieron ayer en París para abordar el control de los flujos migratorios, en una cumbre en la que, a nivel comunitario, se puso también el foco en la lucha antiterrorista.

Los presidentes de Chad y Níger, Idriss Deby Itno y Mahamadu Isufú insistieron ayer sobre la necesidad de desarrollo para luchar contra la crisis migratoria y aspiran a que haya más financiamiento de sus socios europeos.

“El problema fundamental será siempre el desarrollo, se necesitan recursos”, martilló Deby tras la minicumbre sobre la crisis migratoria.

“Estamos habituados a los anuncios de nuestros socios desde hace años. Queremos cosas concretas”, insistió Deby, subrayando la necesidad de soluciones a largo plazo.

“El problema es la pobreza”, admitió la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. Pero, “no es necesario inventar un nuevo plan Marshall”, dijo, recordando que la UE invierte anualmente 20 mil millones de euros en el continente africano.

Un plan de acción “a corto plazo” fue una de las decisiones de la cumbre para mejorar la gestión de los flujos migratorios, con un refuerzo de la cooperación con los países de origen y tránsito, para desmantelar las redes de traficantes y promover apoyo para la estabilización de Libia.

En Libia hay entre 7,000 y 8,000 migrantes detenidos en una veintena de centros “oficiales”, cuyas condiciones de vida son lamentables, según las oenegés. Además, varias milicias explotan un número indeterminado de centros oficiosos de acogida de migrantes.

La posición francesa

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, avanzó la intención de que el proceso de identificación de quienes pueden acogerse al estatuto de refugiados comience en Níger y Chad, origen del tránsito desde África hasta Europa.