A propósito de la larga campaña llevada a cabo por el hoy Ministerio de Turismo en los medios de comunicación social, invitando a los dominicanos a conocer su país, apunte en una ocasión que la misma era insuficiente, debido a que no estaba acompañada de una política efectiva de captación de viajeros potenciales para visitar los diferentes atractivos de todo tipo que hay en la Republica Dominicana.
Hoy queremos sugerirle tanto a las autoridades de la MITUR como al sector privado que aúnen esfuerzos para concretizar esas metas de que los nativos conozcan los puntos de recreación del país, facilitándoles el acceso a programas populares y sociales dirigidos tanto a la clase media como a los sectores de trabajadores o chiriperos o de la economía informal. Estos programas consisten en la identificación de los atractivos más solicitados, cotizarlos, usar algunos recursos del Estado, sobretodo en el área del transporte, facilitarles crédito, descuentos, planes de pago ,incentivos, bonos de viajes ,etc. para motivarlos a que emprendan estas excursiones bien planificadas y pautadas.
Alguien debe tomar la iniciativa, y lo mas lógico es que la tome el propio Ministerio de Turismo, que está llamando a los dominicanos a conocer su país primero, antes de conocer otros destinos más lejanos. En esta institución trabajan personas muy calificadas, con mucho talento y que muy probablemente están sub utilizadas que bien pudieran rendir muy buenos frutos en esta gestión de turismo interno. Es más, me atrevo a sugerir que se involucre al Ministerio de Medio Ambiente, para que se facilite el acceso a algunos atractivos que están bajo su total control, ya sea exonerando el pago de las entradas a los mismos o facilitando su personal técnico especializado.
Pues bien, se trata de visitar atractivos naturales, monumentales, hoteleros y de otra índole que se encuentran diseminados a todo lo largo y ancho del territorio nacional y en los diferentes polos de desarrollo turístico, a los cuales ,hasta ahora, solo tienen acceso algunos segmentos de las clases media y alta que perciben altos salarios y que poseen un nivel de renta más o menos aceptable.
Se trata de abrir el abanico y que tanto el Estado como el sector privado amplíen en las oportunidades para que se haga realidad en nuestro país el DERECHO AL OCIO consagrado en la declaración universal de los derechos humanos.
Entre los puntos y lugares que no se pueden excluir de este plan están los siguientes: La isla Saona, las cuevas de Fun Fun en Hato Mayor, Los Haitises, Bahía de las Aguilas, los 27 charcos de Altamira, la ciudad de Samaná con sus playas y hoteles, Salinas y las Dunas de Bani, Montecristi y su Morro, Jarabacoa y su belleza natural , su clima para el descanso y los deportes extremos, el Pico Duarte, Constanza, Santiago de los Caballeros, su monumento, el Centro león y el centro de la ciudad con su Catedral, sus coches, su tabaco y su gastronomía, La Vega con su Vega vieja y su Carnaval, Bonao con el centro Cándido Bidó y su carnaval, Puerto Plata y sus playas, su teleférico, Rio San Juan y su Laguna Gri Gri, Nagua y sus playas, La Romana con sus hoteles y Bayahibe,, Higuey con su Basílica a Nuestra Señora de la Altagracia, San Pedro de Macorís, su música, su gastronomía, su cueva de la Maravillas, Punta Cana y Bávaro con sus playas y hoteles, Boca chica y Juan Dolio, excursiones en Santo Domingo, Barahona y sus atractivos naturales, , así como parques, lagunas, lagos, ríos, montanas, Pedernales y su hoyo de Pelempito, Miches y su atractivos, en fin, eso sin contar con los Parques Nacionales y las rutas de ecoturismo que hay en todo el país. Por supuesto que habra algunos lugares que se me queden en el tintero.
Aterricemos, mostrémosle todos estos atractivos a nuestros habitantes, pero todo esto tiene un costo, por eso decimos que no es suficiente una campana de promoción, hace falta voluntad y saber con precisión quien se va responsabilizar. Buena suerte y hasta la próxima entrega.
