Calidad educativa y salario de profesores

Calidad educativa y salario de profesores

Calidad educativa y salario de profesores

Carlos Salcedo.

La educación es más que transmisión de información. Los profesores deben adoptar los avances en evaluación de desempeño y tecnología digital, haciéndolo en colaboración con las escuelas y utilizando esos recursos en la práctica. De ahí que el sistema de contratación de maestros debe tener altos estándares. Pero, ¿qué hacemos con los del sistema?

Recientemente el Ministerio de Educación y la ADP acordaron un aumento salarial de los profesores, para lo cual tomaron los recursos destinados a los incentivos producto de la evaluación de desempeño.

El promedio salarial en los sistemas de alto rendimiento (último informe PISA, 2016) es de USD$2,000. En el país el promedio es inferior, pero donde se incrementan los salarios se parte de la elevación de la calidad de los evaluados.
El papel de los profesores es asegurar que cada estudiante alcance su máximo potencial de aprendizaje.

La enseñanza tiene retos intelectuales y pragmáticos y requiere altos niveles de pensamiento analítico y crítico.

Se necesitan estudios avanzados a nivel de posgrado, maestría y doctorado, como ocurre en otros sistemas de educación de mayor rendimiento, lo que forma parte de las evaluaciones para los incentivos.

Cada estudiante tiene un desempeño individual, lo que debe ser tomado en cuenta al momento de su monitoreo. Durante las últimas audiencias públicas para elegir la nueva Secretaria de Educación en Estados Unidos, el senador Alan Franken, de Minnesota, abrió el debate sobre crecimiento y competencia (Growth vs Proficiency), destacando que lo importante es que el estudiante sea evaluado por sus capacidades y el crecimiento alcanzado, no solo personalmente, sino también por los educadores, por su alta cuota de responsabilidad.

No estamos solamente enseñando material de fuentes diferentes a los estudiantes, sino que deben saber cómo estudiar y cómo seguir aprendiendo individualmente.

Es importante el seguimiento de quienes transfieren el conocimiento y que nuestro modelo de educación funcione con estándares elevados.

Pero un aumento salarial no puede ser el producto de las huelgas de profesores –como ha ocurrido igualmente en la UASD- que solo afectan al sujeto fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje (el estudiante), sino que debe ser el resultado de la calidad de los profesores, que deben ser medidos con la vara de la calidad educativa.



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