La República Dominicana se mantiene en el candelero constantemente con el tema de las becas universitarias, que generalmente se quedan entre los hijos de políticos y funcionarios, pero que otros dominicanos también merecen las mismas oportunidades y beneficios.

La República Dominicana es sostenida, en gran medida, por las remesas que envían religiosamente los dominicanos que viven en el extranjero; muchos de los cuales tienen situaciones migratorias irregulares en sus lugares de residencia. Ese mismo estatus persigue, en muchos casos, a sus hijos.

Aun cuando los vástagos hayan nacido en esos territorios y les corresponda la ciudadanía, siguen limitados para estudiar por el aspecto económico. Ahí entra la importancia de las becas.

Las limitaciones económicas dominicanas también han favorecido que muchas familias con visa norteamericana hayan decidido quedarse en territorio americano. Ya allí, sus hijos continúan estudiando hasta concluir el bachillerato, pero una vez ahí se estancan, porque las universidades son incosteables para ellos.

En el caso de ciudadanos mexicanos en los Estados Unidos en condiciones similares a las mencionadas, el gobierno de México, consciente de esta realidad y a sabiendas de que la economía de su país se mueve en gran medida por las remesas, desarrolla un programa de becas para los hijos de mexicanos en los Estados Unidos.

En el ánimo de tener más información que ofrecer, contacté la oficina del cónsul general en Boston, pero no tienen información al respecto, por lo que me dirigieron a la embajada dominicana en Washington.

El teléfono de la embajada dispone de un sistema automático que a su vez me dirigió a otro número, pero en ninguno de los apartados refiere estudios o asuntos relacionados. Espero tener mejores noticias en la próxima entrega.