Me encuentro cumpliendo una temporada de trabajo en la zona Punta Cana-Bávaro, y la verdad es que hay una ausencia de autoridades muy notoria.

Mucha basura en los entornos, lugares desolados sin iluminación y una escasez muy marcada de policías e inspectores del Ministerio De Turismo. Muchas veces me pregunto para qué existen tantos Vice-ministros de Turismo, si los mismos no justifican sus emolumentos o es que están flojos con sus relaciones públicas pues no se les siente por ningún lado.

La invasión de los turistas rusos ha sido un éxito desde el punto de vista económico por su número y su alto consumo, sobre todo de tabaco y en la compra de las excursiones. Sin embargo, dicen que donde va el turismo ruso se va el de otras nacionalidades. ¿Hasta dónde es esto cierto? No he podido averiguar cuáles experiencias ha habido con otros destinos alrededor del mundo.

Lo cierto es que durante el desarrollo de las excursiones que ellos compran, se producen situaciones que distorsionan las leyes que regulan la actividad turística, sobre todo en el trato que reciben los guías acompañantes, las tarifas que les aplican y el porcentaje de comisiones que reciben los guías dominicanos, que aunque las comisiones no son propiamente legales sí son aceptadas de manera convencional por las partes involucradas en el negocio.

Se comenta que por la escasez de guías dominicanos que hablen el idioma ruso las agencias operadoras tienen que usar por ley un guía-acompañante oficial. Si la excursión vale por ejemplo: $110 dólares, solo se le paga al nacional una pequeña proporción y algo similar ocurre con las comisiones de las tiendas de tabaco y de otro tipo de artesanía.

Hasta cuándo durará esta incómoda situación? No lo sabemos, pero el Departamento de Educación del Ministerio de Turismo trabaja en conjunto con la Universidad APRC en la formación de nuevos guías para suplir la demanda de estos profesionales del buen decir, de la interpretación, la traducción, la animación, la información y el acompañamiento.