“No aceptamos imposiciones”

“No aceptamos imposiciones”

“No aceptamos imposiciones”

La Habana, Cuba.-El presidente Danilo Medina manifestó ayer al término de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada en Cuba, que el gobierno aplicará la sentencia del Tribunal Constitucional que esclarece los principios para conceder la nacionalidad, tras enfatizar que la misma no violenta el principio de irretroactividad ni le quita la nacionalidad a quien legalmente le corresponde.

Danilo Medina encaró al primer ministro de San Vicente y Granadina, quien anteriormente había criticado al país, y le dijo que se dedique a gobernar en su nación y que deje a los dominicanos hacerlo en República Dominicana.

Por la trascendencia del discurso decidimos publicarlo íntegro:

En el día de ayer tuve la oportunidad, en el retiro de presidentes, de aclarar todas esas acusaciones repetitivas y ya un poco manidas del señor Gonsalves.

Aclaré que para nosotros es inaceptable que nos quieran acusar de racistas, de discriminación y violación a los derechos humanos. No lo aceptamos. Sencillamente para nosotros es inaceptable.

Yo no creo que el señor Gonsalves haya hecho por Haití lo que ha hecho la República Dominicana, por tanto no aceptamos la acusación de discriminación que se nos quiere endilgar en este foro.

República Dominicana ha sido el Estado más solidario con Haití. Quiero que sepan que en este momento en la República Dominicana residen alrededor de un millón de haitianos, la mayoría de los cuales son indocumentados.

No tienen ningún documento y transitan libremente por las calles dominicanas sin que ningún policía o inspector de Migración los detenga para preguntarles si tienen pasaporte o una visa para residir en la República Dominicana.

Esos haitianos ocupan el 80 por ciento de los puestos de trabajo en el sector agropecuario y una cantidad similar en el sector de la construcción y su participación en el sector turístico va creciendo conforme pasan los meses, y en la República Dominicana no se les ponen obstáculos, a pesar de que tenemos un Código Laboral que establece que la composición en cualquier centro de trabajo entre nacionales y extranjeros no debe exceder el 20 por ciento de extranjeros y que el 80 por ciento sea dominicano. Sin embargo, el Estado dominicano mira para otro lado cuando se trata de Haití.

En ocasión del terremoto que sacudió la hermana República de Haití, nuestra nación incluso entregó un aeropuerto para que sirviera de base de las operaciones internacionales que venían en ayuda a Haití.

Caravanas de dominicanos de todos los sectores sociales fueron a la frontera con Haití para llevar cuantas cosas pudieron recoger para ayudar a nuestros hermanos.

País solidario

Después del terremoto, Haitì se quedó sin puertos marítimos y toda la mercancía desde 2010 que ingresa al mercado haitiano entra por los puertos de la República Dominicana.

En el año 2012, para ser específico, 11,676 furgones de mercancía entraron por el puerto de Santo Domingo y transitaron por las calles del país para ir en auxilio de Haití y estamos dispuesto a seguir ayudando a Haití hasta tanto puedan reconstruir su estructura marítima para que los barcos puedan llegar directamente a la hermana República de Haití.

No se puede acusar de violación a los derechos humanos a un país que garantiza el acceso a la educación y la salud sin importar el estatus legal de la persona.

Hoy en día en República Dominicana, el 13 por ciento de los partos que se hacen en los hospitales dominicanos son a madres haitianas y no solamente a mujeres haitianas que residen en el territorio de República Dominicana, sino a mujeres que cruzan la frontera para dar a luz en República Dominicana porque les sale más económico hacerlo en nuestro país, porque es gratis, y en Haitì tienen que pagar por la realización de ese parto.

Nosotros estamos gastando 5,300 millones de pesos para atender a ciudadanos haitianos en asuntos de salud. Eso significa más de 100 millones de dólares. La cantidad de remesas que envían los haitianos que residen en República Dominicana es superior a cientos y cientos de millones de dólares, que son necesarios para dinamizar a la economía haitiana.

Todo eso ocurre en un país al que quieren llamar racista, que discrimina. Cómo puede decirse eso de un país que está constituido por más de un 80 por ciento de negros y mulatos. Cómo se puede acusar a los dominicanos de tener una actitud racial contra los haitianos si ellos conviven con nosotros en todas las calles del país.

Yo invito a todo el que quiera visitar la República Dominicana, que chequée las personas que están en las calles y verifique cómo los haitianos transitan y conviven con nuestros compatriotas dominicanos.

Otro asunto es la educación. Violar los derechos humanos sería negarle el derecho al acceso a la salud y a la educación a los ciudadanos haitianos.

Hoy tenemos 54 mil estudiantes haitianos en la República Dominicana (36 mil están en escuelas públicas y 15 mil está en las universidades) pagando el mismo costo que pagan los nacionales. Cómo puede, entonces considerarse que República Dominicana les está violentando los derechos humanos.

No aceptará ingerencia

Creo que el señor Gonsalves ha llegado muy lejos. Yo le quiero pedir, señor Ralph (Gonsalves) que gobierne en San Vicente y Granadina y a la República Dominicana le permita que la gobernemos nosotros.

No aceptamos de ninguna manera que usted quiera imponerse a la soberanía de un Estado que tiene instituciones que respetar. La nueva Constitución de la República establece en su artículo 84 que las decisiones que emanan del Tribunal Constitucional son definitivas, irrevocables y vinculantes a todos los poderes del Estado.

Nosotros vivimos en un régimen de derechos. Si el Presidente de la República no aplica la sentencia del Tribunal Constitucional se expone incluso a un juicio político ante el Congreso Nacional por violación a la Constitución.

De todas maneras nosotros estamos trabajando con el gobierno de Haití en buscar una salida en los casos que tengamos que atender.

No le quita al que no tiene

No es cierto que en República Dominicana le hayamos quitado la nacionalidad a nadie. Yo no le puedo quitar a ninguna persona lo que no tenía.

La nacionalidad en la República Dominicana se obtiene por mecanismos que están establecidos en nuestra Constitución y puede ser que mucha gente tenga la confusión de que la sentencia que llegó a 1929 hasta 2010 es una sentencia de carácter retroactivo, pero resulta que todas las constituciones de la República Dominicana, desde 1929 hasta la fecha, establecen las mismas condiciones de cómo se obtiene la nacionalidad en la República Dominicana y lo que está haciendo esa sentencia es que manda a regular a todos los que viven de manera irregular en el país, de los cuales varias decenas de miles son personas que viven en un limbo jurídico, que no tienen un estatus jurídico en la República Dominicana.

Este proceso migratorio que soberanamente la República Dominicana va a celebrar, y que no aceptamos imposiciones de nadie, no importa que el país sea chiquito o sea grande, es una decisión soberana, porque el asunto de residencia y nacionalidad le corresponde a los Estados soberanos y nosotros somos un Estado soberano y no aceptamos que nadie, absolutamente nadie, juegue con la soberanía dominicana, porque el día que yo tenga que declinar como Presidente de la República la soberanía, entonces no merezco ser presidente de la nación.

Por tales razones yo exijo respeto para la República Dominicana.

El que tenga que disentir de nosotros tiene todo el derecho, pero que lo haga respetando nuestro derecho como nación independiente y soberana.



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