Finalizando este mes de agosto Acroarte vuelve a sentarse en la mesa de las asambleas, desde donde debe salir lo mejor de la música dominicana con miras a los próximos premios Soberano.

Pero pasando un balance rápido, la música sigue levitando en un laberinto donde parece no encontrar salida.

Aparecen algunos artistas locales que han logrado mantener en pie su carrera, pero es muy poco lo que ha dado la música en lo que va de año.

Lo urbano ha llevado la delantera y los exponentes de este ritmo han seguido punteros en cuanto a sonada se refiere.

El merengue, para ser justos, está teniendo un despertar y esto lo lleva a que quizás se pueda tener un buen tema para nominar. Además, que parece que le llega una buena etapa a este ritmo.

La bachata es la que camina lenta, y sus exponentes siguen siendo los mismos tres nombres que se destacan cada año. Los salseros deberían apurar el paso, porque como que el movimiento se está reciclando y solo quedará uno que otro nombre.

Los demás que llegaron con muchos bríos irán al lugar de aquellos que pegan dos temas, los aman, los saltan y de ahí no pasan.

Para el productor que este año tenga como responsabilidad montar el Soberano la “piña” se le pondrá agria, porque si de buscar sonada se trata poco será lo que encuentre.

Y esto no solo pasa con los locales, la música a nivel de Latinoamérica está pasando por un momento de levedad, lo que podría ser bueno, porque esto da la oportunidad para que al final quede lo mejor y los artistas fabricados terminen de vivir sus dos años de gloria y salgan del mercado. Y de nuevo el teatro toma la delantera, y los jurados tendrán que evaluar mucho en esta área. Sigue su auge, y cada fin de semana una nueva obra llega a las salas de teatro.