El mundo ha retrocedido en muchos aspectos, pero ha avanzado en otros, como es la desaparición de enfermedades que hasta hace poco se consideraban letales por necesidad.

Cuando Magic Johnson, astro de la NBA, anunció hace 25 años que padecía del sida, nadie creía, menos él, que podría salir con vida de ese trance.

La noticia se desparramó en segundos por todo el mundo, la mayoría incrédulos sobre la veracidad de la misma, aunque el propio atleta lo admitió en público.

En ese entonces, tener el VIH era una sentencia de muerte, además del descrédito que producía en la sociedad, donde los que la padecían eran, y todavía, aunque en menor proporción, concitan lástima y en muchos casos el aislamiento hasta de sus propias familias.

De sus compañeros y amigos ni hablar, al punto de que muchos se negaban a jugar como compañeros u oponentes por temor a contagiarse.

Como una figura de la dimensión del Magic admitió la enfermedad; para bien o para mal de los millones que la padecen alrededor del mundo, fue una bendición, porque ahí mismo comenzó una batalla real para detectarla y curarla, invirtiendo miles de millones de dólares en su investigación.

Desde entonces, los avances han sido extraordinarios, y por eso, todavía tenemos con nosotros a uno de los baloncestistas más extraordinarios de toda la historia.

Cuqui Córdova

El historiador Cuqui Córdova vuelve a regalar a la afición amante del béisbol otra joya literaria y gráfica sobre el béisbol dominicano.

En esta oportunidad, un trabajo de primer orden sobre la exitosa carrera de Ricardo “el Rico” Carty, tanto en el país como en Grandes Ligas.

Agradezco a Cuqui el envío de este libro que necesariamente debe estar en la biblioteca de todo amante del béisbol.
Espero que en los próximos meses nos regale otras publicaciones, siempre de excelente calidad.