Es posible, por no hablar con una certeza absoluta, que la República Dominicana que una vez conocimos y que, con sus defectos, y virtudes era nuestro país, nuestras ciudades, nuestros barrios habitados por nuestra gente, nuestras calles y aceras y parques, nuestro hogar, donde cada esquina o cada rincón despertara la grata sensación de saber […]