Por qué los candidatos presidenciales de partidos pequeños no calan en simpatía entre los votantes

Por qué los candidatos presidenciales de partidos pequeños no calan en simpatía entre los votantes

Por qué los candidatos presidenciales de partidos pequeños no calan en simpatía entre los votantes

Guillermo Moreno, Juan Cohen e Ismael Reyes.

SANTO DOMINGO.-Aunque son seis los candidatos presidenciales, solo tres de ellos marcan porcentajes significativos en las encuestas y se perfilan con posibilidades de poder competir en una segunda vuelta.

Al igual que en procesos electorales anteriores, las opciones presentadas por partidos políticos considerados como emergentes no han despertado simpatías en la población.

Si bien las candidaturas de Leonel Fernández y Luis Abinader son postulados por partidos con siglas nuevas aunque viejos y “emergentes”, ambos liderazgos provienen de partidos grandes.

Leonel Fernández, candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo.

Fernández abandonó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en octubre del año pasado. Mientras, el grueso del Partido Revolucionario Moderno (PRM) proveniente del Revolucionario Dominicano.

Pero Guillermo Moreno, Juan Cohen e Ismael Reyes no han podido, desde estructuras, aisladas calar en el gusto de la gente y se perfila perderán las elecciones con porcentajes ínfimos.

A Moreno lo postula Alianza País (AlPaís) un partido aún joven y con un liderazgo juvenil diferente. Ha sido criticado en diversas ocasiones por su renuencia a aliarse con las organizaciones políticas tradicionales.

Esto así porque bajo las normativas legales actuales y la administración de la política en el país, es poco probable crecer sin alianzas estratégicas.

A pesar de lo anterior Moreno se ha resistido manteniendo una línea discursiva y un accionar coherente con los mismos planteamientos que le colocaron en el escenario nacional en 2008 cuando fue candidato del entonces Movimiento Independencia, Unidad y Cambio.

Han sido estos, el no aliarse a estructuras políticas corruptas y solo hacer alianzas en base a acuerdos programáticos de gobierno y no de repartición de instituciones públicas.

En la actualidad desarrolla una aguerrida campaña publicitaria en las redes sociales pero que no alcanza para movilizar a las personas el día de las elecciones.

Ismael Reyes

A Cohen lo postula el Partido Nacional de la Voluntad Ciudadana que el mismo dirige. Ha expresado preocupación por el protocolo de seguridad a emplear en las elecciones exigiendo se proteja a las personas mayores.

Mientras que Reyes, un exdiputado y experimentado abogado, político y empresario ha abogado por un gobierno donde los jóvenes tengan más oportunidades.

Pero ninguno de ellos ha podido mover hacia arriba las agujas de las firmas encuestadoras.

La abundancia de candidatos no es nuevo y no es malo, es propia de sistemas democráticos, en 2016 por ejemplo, ocho personas compitieron por la nominación presidencial.

¿Por qué no calan en la población?

Es mucho lo que se ha planteado sobre las razones de porque en República Dominicana a diferencia de otros países de la región de Latinoamérica, las nuevas propuestas electorales provenientes de partidos pequeños no son aceptadas por el votante.

El politólogo y catedrático universitario Freddy Ángel Castro considera que políticamente hablando, el mercado electoral está copado en el país.

Freddy Ángel Castro, politólogo.

“En el anterior proceso electoral el PLD marcaba por si solo un 40%, el PRM un 25%, el PRSC y el PRD 5% cada uno, ya eso te marcaba un 70% y combinándolo con la abstención que rondó cerca de un 30%, te muestra que no hay un marco electoral para crecer”, explica.

Agrega que para que las fuerzas emergentes puedan crecer necesitan ser propositivamente nuevos y deben enfocarse en trabajar los temas que revelan las encuestas a la gente les preocupa.

Entiende que otras de las cosas que no permite crecer a los partidos pequeños es el ausentismo entre periodos electorales.

Ve necesario que se construyan partidos con militantes no simpatizantes y que el apoyo que reciben del Estado aunque sea poco, sea invertido invertido en escuelas de formación política.

“Mucha gente se sorprende del porcentaje de votos que obtienen los reformistas en cada elección y se debe básicamente a que además de lo anteriormente citado, también tienen personas que se encargan de cada uno de los 16,500 colegios electorales en el país.

Trabas económicas y legales

Una de las principales trabas que enfrentan los candidatos emergentes es la económica.

Las contribuciones del Estado se hacen en función de la cantidad de votos obtenidos en todos los niveles electorales en un proceso electoral anterior.

El 80% es entregado a los partidos que obtuvieron un porcentaje igual o superior al 5% de la totalidad de los votos válidos en todos los niveles de elección y el resto 20% segmentado entre un 12% y un 8% para los de porcentajes inferiores al 5%.

Por muchos años distintos sectores de la sociedad dominicana exigieron del Congreso de la República la aprobación de una Ley de Partidos.

Cuando finalmente llegó, el tribunal Constitucional y el Superior Electoral fueron cargados por las contradicciones debiendo dictaminar sentencias muchas veces contrarias a la intención del legislador.

Una de estas era que los partidos nuevos no podían aliarse a otras organizaciones en su primera participación en elecciones, no recibirían ayuda económica del Estado y de no sacar al menos un 1% y una representación municipal o congresual en el evento comicial, perderían su personería jurídica.

Esto llevó a que en agosto de 2019 la dirigencia de Opción Democrática, encabezada por Minou Tavarez Mirabal, decidiera tomar la decisión de fusionarse con Alianza País, siendo esta la única posibilidad que le quedaba como organización.

Acta mata voto

Otra de las tragedias electorales a las que se someten los partidos pequeños es al supuesto: acta mata voto.

No pueden tener delegados en todas las mesas de votación y en muchos casos, se ven obligados a contratar personas ajenas al partido.

Esto abre la posibilidad de que al momento del conteo, de no contarse con presencia de delegados, se omitan los votos que han obtenido.

Esto ha sido denunciado en múltiples ocasiones y cuando la Junta Central Electoral promovía las bondades del fallido Voto Automatizado, se citaba entre ellas la eliminación del “acta mata voto”.

“No se corresponde estadísticamente que en las únicas mesas donde nosotros no teníamos delegados era donde precisamente no obteníamos votos”, dijo Tavárez Mirabal en su momento. Algo similar también expresó Moreno.



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