La manera individual de comportarnos constituye la fuente más importante de información. Las ocupaciones preferidas, los juegos, la profesión, las actividades sociales, políticas y la religiosas proyectan una luz sobre el carácter de un sujeto.

Todo carácter tiene variedad. Por ejemplo, el vago o el mendigo no son como los demás; permanecen en la sociedad que se acomoda a ellos. El carácter es como la matriz del destino.

Educación eficaz
La pedagogía interesada en promover una educación eficaz necesita comprensión y adaptarse a todos. Tiene que tener conciencia de la diversidad de los caracteres, “salir de sí mismo” y esforzarse por “comprender” y por “penetrar” a aquellos a quienes se debe educar.

Toda educación debe descansar sobre la comprensión de los demás. Es necesario guiarlo y orientarlo. En algunos casos es necesario un diagnóstico caracterológico. La orientación escolar debe adaptarse a todas las edades y sobre todo, a su personalidad y a su carácter, en especial en estos momentos.

El desarrollo intelectual, del cual depende el destino del hombre está condicionado por los factores caracterológicos. Es esencial que entendamos que la orientación escolar es una cuestión delicada. A menudo vemos como fracasos escolares de alumnos fueron a causa de errores educativos.

Algunas veces vemos que alumnos juzgados “mediocres” se revelan en su madurez como hábiles políticos e inteligentes hombres de negocios. El orientador escolar debe ayudarse por el carácter del alumno.

Por ejemplo, un niño con carácter tendrá necesidad de una formación pedagógica distinta a la de los demás. El flemático, por el contrario, que gusta del esfuerzo prolongado, triunfa más en las matemáticas, gramática y ciencias teóricas.

La orientación
La orientación profesional tiene por objeto aconsejar al estudiante, para que, al salir de la escuela, pueda elegir una actividad que responda a sus gustos, sus capacidades, intereses dominantes, a sus actitudes físicas e intelectuales, en común acuerdo con la familia.

Los nerviosos no pueden ser dirigidos hacia una profesión abstracta y sedentaria (por ejemplo: la magistratura y la administración).

Estas profesiones exigen habilidades reflexivas, estabilidad y calma, etcétera.

Clasificación

—Tipos de inteligencia
Hay tres tipos de inteligencia: La de organizar hechos e investigación de cosas; la de formulación de leyes y reglas; y la de resolver los problemas prácticos, por los detalles.

*Por CLELIA GENAO ALMONTE