La Organización de las Naciones Unidas hizo ayer un llamado a Israel a que ponga fin de manera inmediata a la demolición de viviendas propiedad de palestinos en Cisjordania, incluido Jerusalén Este.
En un comunicado, los relatores denunciaron que en este año se ha producido «un dramático incremento» de estas demoliciones y pidieron también a las autoridades israelíes que prevengan las agresiones de los colonos israelíes contra los palestinos y sus propiedades.
«El impacto y la naturaleza discriminatoria de estas demoliciones y desahucios es completamente inaceptable. Estas acciones de las autoridades israelíes violan los derechos humanos y la ley humanitaria y deben detenerse inmediatamente», afirmaron.
El comunicado está firmado por la relatora especial de Naciones Unidas sobre el derecho a una vivienda adecuada, Raquel Rolnik; la relatora especial sobre el derecho al agua potable y los servicios sanitarios, Catarina de Albuquerque, y el relator especial sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter.
Los relatores explicaron que «en algunos lugares hay casi quemas semanales de tierras, árboles y cosechas de vecinos palestinos por parte de los colonos israelíes», que en su opinión actúan así porque las autoridades israelíes no hacen nada por evitarlo o castigarlo.
«Las autoridades israelíes (…) deben investigar y perseguir los actos delictivos cometidos por los colonos de una manera independiente, imparcial, efectiva y puntual», señalaron.