Adiós a un pionero de la cardiología

Adiós a un pionero de la cardiología

Adiós a un pionero de la cardiología

El mundo de la medicina dominicana pierde a uno de sus grandes hijos: el doctor Héctor Mateo Martínez, y deja con su partida un sensible vacío.

Hoy lo recordamos porque se mantuvo en servicio de manera ininterrumpida hasta una edad muy avanzada.

El ejercicio de la medicina de mediados del siglo pasado tuvo en el doctor Héctor Mateo Martínez no solo a un profesional que aportó al desarrollo de la profesión.

También se convirtió en un pionero de la cardiología, tras la fundación del Instituto Dominicano de Cardiología. En sus inicios Estados Unidos resultó de gran apoyo para su formación, ya que en 1951 se trasladó a la Universidad de Minnesota. Allí realizó un postgrado en Cardiología.

Su labor filantrópica se combinó a la perfección con su dilatado ejercicio profesional, cualidades por las cuales fue reconocido con la Orden de Juan Pablo Duarte en el grado de Caballero.

El Senado de la República, por sus aportes, lo exaltó como Médico Distinguido. También recibió la medalla de Honor de la Cardiología Panamericana.

Indudablemente que la mayor satisfacción la tuvo a través de varias décadas dedicadas a llevar salud, y restituyéndoles la esperanza a cientos de pacientes que pasaron por sus manos.

Un gran privilegio y una dedicación que todavía agradecen importantes familias dominicanas. En su nombre, y por su noble servicio, vayan nuestras más sentidas condolencias a los familiares del doctor Mateo Martínez. Paz a sus restos.

 



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