La normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, anunciadas ayer por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, respectivamente, tendrá una tremenda repercusión en unos pocos años en el béisbol de Grandes Ligas.

Los cubanos, antes del triunfo de la revolución que encabezó Fidel Castro, dominaban en número a los latinoamericanos que participaban en el béisbol organizado.

Ese espacio luego lo dominaron los puertorriqueños, pero hoy la supremacía la ocupan dominicanos y venezolanos.

A nadie debe sorprender que tras la normalización de relaciones, muy pronto los cubanos estarán de nuevo dominando en número.

Y no es porque sean mejores peloteros que los dominicanos, venezolanos y boricuas, lo que pasa es que tienen un mayor nivel educativo, que es un elemento fundamental, pero también mejores técnicas de preparación, y lo más importante, disciplina militar, a pesar de que los desertores no han sido el mejor ejemplo.

Pero lo que proyecto que vendrá en el deporte, también debe darse en otras áreas en la que los cubanos dominaron a su antojo desde hace más de cinco décadas.