Un hecho lamentable

Un hecho lamentable

Un hecho lamentable

No es un secreto que las avenidas y carreteras del país son escenarios de tragedias constantes. En parte por la velocidad en que transitan los vehículos y también por la ausencia de autoridades que trabajen, oportunamente, en el control del tráfico.

Hace poco sucedió un hecho inédito en el kilómetro 63 de la autopista Duarte.

Dos vehículos contenedores chocaron.
En la colisión murió un hombre calcinado, cuando quedó atrapado en el interior de la cabina de conducir.

Una patana transportaba cemento e impactó por la parte trasera a otra patana de doble cola.

Se trata de una desgracia que no tuvo una repercusión mayor por la hora y las condiciones en que se produjo el accidente.

En horas de la madrugada, con poco tráfico en la carretera Duarte. Otro hubiera sido el desenlace si se hubiera producido en un trayecto y horas de mayor flujo.

Esta situación, lamentable por la vida humana que se pierde, también debe llamar a las autoridades a la reflexión sobre el tráfico de estos vehículos contenedores, que por la capacidad de carga y la velocidad de su tránsito se convierten en armas mortales, tanto para quienes los conducen como para los vehículos que se movilizan en su entorno.



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