Tratamientos de origen natural para combatir el herpes labial

Tratamientos de origen natural para combatir el herpes labial

Tratamientos de origen natural para combatir el herpes labial

El herpes labial es un tipo de infección que se caracteriza por la aparición de ampollas o brotes rojos en la superficie de los labios.

Conocidos también como fuegos, son el resultado del ataque del virus del herpes simple del tipo 1, cuyo contagio se da con facilidad.

Quienes lo padecen experimentan, en un principio, sensación de hormigueo y comezón en la zona afectada; más tarde, aparece el brote y, algunas veces, se presentan episodios de fiebre y alergia.

Si bien no representan un problema grave y suelen desaparecer en pocos días, lo más recomendable es tratarlos lo antes posible para que no generen complicaciones.

Esto permite que la ampolla seque antes que drene líquido y, de este modo, disminuye el riesgo de transmisión a otras personas.

Por fortuna, hay varios tratamientos de origen natural que, aplicados de forma externa, ayudan a acelerar su recuperación sin causar reacciones indeseadas.

En el siguiente espacio queremos compartir los 7 mejores para que no dudes en probarlos cuando te aqueje este problema.

1. Leche fría

La leche contiene una sustancia conocida como lisina que, al ser asimilada en la piel, inhibe la acción del virus que provoca el herpes.

Su uso externo regula el pH cutáneo y promueve la reparación de las áreas afectadas por las ampollas.

¿Cómo utilizarla?

Humedece un trozo de algodón con leche fría y frótalo sobre los brotes.
Deja que actúe sin enjuagar y repite el tratamiento 2 o 3 veces al día.

2. Tomate

Los antioxidantes que contiene el tomate son ideales para estimular la regeneración celular en las zonas lesionadas debido al herpes labial.

Sus propiedades detienen el crecimiento de los microorganismos y, de paso, calma la irritación y la sensación de ardor.

¿Cómo utilizarlo?

Toma un poco de pulpa de tomate y aplícala sobre las ampollas.

Deja que actúe 30 minutos y enjuaga.

Úsalo 2 veces al día hasta aliviar el problema.

3. Yogur natural

El ácido láctico que contiene el yogur natural es una sustancia que regula el pH de la piel de los labios para evitar el crecimiento del herpes.

Sus propiedades calman la comezón y, antes del brote, detienen la infección.

¿Cómo utilizarlo?

Ante los primeros síntomas de herpes, frota un poco de yogur natural en la piel afectada.
En caso de brotes, frótalo de forma directa y déjalo actuar sin enjuagar.

Úsalo 3 veces al día para obtener buenos resultados.

4. Aloe vera

Las propiedades antivirales y antifúngicas del gel de aloe vera son útiles para el tratamiento de las infecciones por el virus del herpes simple en la piel.

Sus activos naturales detienen la aparición de brotes y aceleran la reparación de las áreas afectadas.

¿Cómo utilizarlo?

Extrae una pequeña cantidad de gel de aloe vera fresco y frótalo sobre los labios.

Deja que actúe 30 minutos y enjuaga.

Aplícalo 3 veces al día.

5. Extracto de semillas de pomelo

depuración con aceite de pomelo

El extracto de semillas de pomelo es un ingrediente natural con propiedades antimicóticas y antivirales que pueden ayudar a inhibir la acción negativa del virus del herpes.

Contiene vitamina C, un nutriente esencial que ayuda a reparar la piel lesionada, a la vez que crea una barrera contra los microorganismos.

¿Cómo utilizarlo?

Aplica dos  gotas de extracto de semillas de pomelo sobre los brotes de herpes.

Déjalo actuar sin enjuagar y repite el tratamiento 2 veces al día.

6. Hielo

Aunque el hielo no ataca el virus que provoca esta infección, su aplicación puede reducir la inflamación y sensación de cosquilleo que suele darse antes de los brotes.

¿Cómo utilizarlo?

Envuelve varios cubos de hielo en una bolsa o tela, y frótalo sobre los labios.
Repite su uso 3 veces al día.

7. Sal marina

sal marina

La sal marina es un ingrediente con propiedades antisépticas y antivirales que facilitan el tratamiento de esta infección labial.

Su aplicación directa ayuda a secar los brotes y, de paso, evita que el virus se propague.

¿Cómo utilizarla?

Humedece una pequeña cantidad de sal marina con agua o jugo de limón y frótala en la zona afectada.

Deja que actúe 20 minutos y enjuaga.

Repite el procedimiento 2 o 3 veces al día.

Para finalizar, recuerda que, además de usar estos tratamientos, es fundamental que evites compartir elementos de uso personal como labiales, cuchillas de afeitar o toallas.

Incluso, finalizado el tratamiento, lo más conveniente es desecharlos para evitar la reaparición de los brotes.

Tomado de Mejorconsalud.com