Santos promete paz en segundo mandato

Santos promete paz en segundo mandato

Santos promete paz en segundo mandato

Bogotá.– Juan Manuel Santos asumió ayer por segunda vez consecutiva la Presidencia de Colombia, con la promesa de sellar la paz con las guerrillas de izquierda y de lograr mayor equidad y educación en un país azotado por más de 50 años de conflicto armado.

En su discurso de posesión, este dirigente de centrod erecha dijo que empleará todas sus energías en cumplir con el mandato de pacificación para el que fue reelecto con el 50,6% de los votos, pero advirtió a las FARC que los recientes ataques atribuidos a esa guerrilla comunista amenazan las negociaciones.

«Los hechos de violencia de las últimas semanas son una contradicción inaceptable que ponen en riesgo el mismo proceso» que se desarrolla en Cuba, dijo Santos, cuestionando duramente los atentados de los últimos días en varios puntos del país, que causaron muerte de civiles y daños ambientales y a la infraestructura.

«La paciencia de los colombianos y de la comunidad internacional no es infinita», dijo el presidente, que fue aplaudido por los cientos de invitados, entre ellos varios jefes de Estado y el rey emérito de España, Juan Carlos I, en el acto de juramentación en el Patio de Núñez, plaza de armas del Congreso, en el centro de Bogotá. «Señores de las FARC: están advertidos», puntualizó.

Electo por primera vez hace cuatro años tras liderar como ministro de Defensa del expresidente Álvaro Uribe (2002-2012) la mayor ofensiva contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Santos impulsa desde noviembre de 2012 en La Habana negociaciones de paz con ese grupo rebelde, el principal del país con unos 8.000 combatientes.

Las conversaciones de paz, que ya han avanzado en temas de desarrollo agrario, participación política de los guerrilleros y narcotráfico, avanzan sin un cese del fuego. La paz es la mayor obsesión de Santos, un economista liberal promotor de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, Asia y Europa, pues está convencido de que acabar con la guerra interna permitirá una mayor inversión social en un país donde más de 32% de sus 47,7 millones de habitantes es pobre.

Santos no está solo en su cruzada. Lo respalda su flamante vicepresidente, Germán Vargas Lleras.



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