Santo Domingo.-Risoterapia, espectáculo de monólogos cómicos a cargo de Carlos Sánchez, Alexis Valdez y Jochy Sántos, fue en un mar desbordado de risas, en alegría intensa a partir de la discurrencia temática y la excelente memoria que se debe tener para su conexión creativa con el público.
La química entre los dos dominicanos y el cubano es excelente en el efecto final, la risa cual torrente desbordado y necesario, sobre todo en los tiempos de crisis.
Con estilos y talentos diferenciados en sus modos de presentación, los tres fueron las estrellas de la noche, ofreciendo dos horas y un poco más, de una necesitada diversión para una clase media acomodada que pagó con gusto para reírse. Y lo logró de buena gana.
El pero lo constituye la pésima visión de la mujer de los chistes de la introducción, que al parecer no molestó ni a las mujeres presentes que rieron, al parecer ignorantes de que se les estaba agrediendo con mensajes aparentemente graciosos.
¿Qué puede costar a estos tres comediantes y otros muchos, enfocar sus chistes con otra perspectiva, con tantos temas con los cuales se podría hacer reír a mandíbula batiente, como la persistente eyaculación precoz de los varones, su falta de cuidado en los detalles al tratar íntimamente a una mujer, su ausencia inexcusable del peso emocional de sus hogares, o su impotencia venida irremediablemente con el curso de los años?
Estos tres artistas y otros deben reflexionar sobre la imagen de la mujer que transmiten, no siempre positivos ubicándolas como las consumistas, insufribles cuando reclaman ante la borrachera de un hombre y las intelectualmente vacías. Despierten, esas no son las mujeres de hoy.
Sánchez, el punto dominicano más alto de este género logra un vínculo inmediato con el público. Su rostro tranquilo y su elocuencia imaginativa de sus temas, da en el centro del gusto del público.
Alexis Valdez, es una marca internacional fundamentada en su calidad y que tiene en Un Rey en La Habana, una muestra de su genialidad como guionista, director y actor, es todo un profesional que cuida cada detalle.
Sánchez y Valdez, desarrollan dos aspectos distintos de un mismo concepto: La mierda.
Sánchez se inclinó por la mierda como factor de diferenciación cotidiana en la vida de la pareja. Aquello era para morirse de la risa.
Valdez, desarrolló una extensa y rica intervención sobre los excrementos humanos como fuente energética para humanidad. Y luego botó la bola con la referencia entre la vida humana y la de los perros. Inexplicable por esta vía, pero inolvidable.
Alexis introdujo el espectáculo de Cristinito Hernández, uno de los puntales de su programa de televisión.
Jochy es la alegría nacional en forma de persona de risa intrínseca.
La Jocheta es ya parte del perfil dominicano, cabalgando en chistes y ocurrencias a las que imprime una caracterización muy suya, muestra del desarrollo personal de quien, siendo un locutor más del montón en sus inicios, ha logrado calar en base a talento, esfuerzo, golpes y golpetazos que le han dado, para ser hoy una figura que merece el aplauso y el respeto.