Santo Domingo.-Los certámenes de belleza han evolucionado significativamente a través de los años; actualmente, para escoger una reina, la decisión no sólo se basa en el aspecto físico o una buena pasarela, sino que cada vez toman más importancia aspectos como su capacidad intelectual, carisma y facilidad de expresión.

De acuerdo a Karumi Suazo, directora de Dominican Beauty Academy, el principal error que cometen muchas candidatas es enfocarse sólo en lo material, es decir, tener un buen vestido de diseñador, el mejor maquillista, las mejores fotografías y un equipo de “marketing” personal, sin embargo, no se dan cuenta que descuidan lo más importante, su personalidad, y es por esto que empiezan a perder puntos rápidamente cada vez que interactúan con el público o el jurado calificador.

Suazo explica que son muchas las chicas que sueñan con ser una Miss y desfilar con una corona y la banda que las acredita como mujeres hermosas.

Indica: “Para muchos, reina de belleza es sinónimo de superficialidad, pero la realidad es otra.

Todos los seres humanos somos diferentes con defectos y virtudes, las reinas de belleza no escapan a esta premisa”.

Se debe querer serlo
Cada una presenta sus propias motivaciones, pero con un denominador común, se trata del esfuerzo que se realiza detrás de la corona”.

La experta en el área, quien también es directora del Miss Beauty Teenager República Dominicana, manifestó que lo primordial para ser reina es querer serlo. No son suficientes las ganas de la familia y los halagos de los amigos.

Conquistar una corona debe ser un deseo profundo y serio, solo así se tendrá la disciplina, clave del éxito.

Más allá de la belleza

“Ser reina de belleza no es sólo tener un buen cuerpo y bonito rostro, de esos hay muchos, ser reina encierra muchas cosas que van más allá de la belleza, además de una buena disposición a las críticas y a los comentarios, en ocasiones ligeros pero perturbadores, también deben tener una gran concentración y capacidad de respuesta ante las situaciones extremas que día a día se les presentan”, dijo.

Destaca que es importante tener en cuenta que la belleza física obedece muchas veces a patrones culturales, geográficos, temporales, sociales, y muchas veces está dictaminada por las decisiones de la moda.

Pero la belleza solo será un símbolo vacío si no viene acompañada de lo esencial, no será nada sin la compasión, sin la capacidad de sensibilizarse ante las realidades de nuestra sociedad y convertirse en un modelo a seguir.

Los tiempos han cambiado

Afirma que los parámetros para elegir una Miss han cambiado, los certámenes buscan belleza real, jóvenes integrales, preparadas, pujantes, visionarias, líderes, comprometidas y con alta sensibilidad social.

“Lo primero que observan es su actitud, una actitud arrolladora las hace ver hermosas y seguras, pero también deben ser espontáneas y naturales”, apuntó.

Karumi también expresó que la parte intelectual deja ver su disciplina, importante en este proceso, ya que es necesario dedicarle tiempo a la lectura y preparación, lo que les permitirá liderar iniciativas o proyectar nuevas capacidades para transformar su futuro desde la participación en su propio desarrollo, el de sus familias y comunidades.