La pornografía es la filmación, fotografía y exposición de manera explícita de relaciones sexuales en la que hay exhibición de los genitales y de actividad sexual de manera obvia.

Con la proliferación del Internet se ha intensificado su uso por muchas personas que la han absorbido como su modo de expresar sus necesidades sexuales y tomándola como guía para su desempeño sexual, lo cual podría dificultarle una actividad sexual con su pareja habitual o con una pareja que no comparta su afición.

En la pornografía encontramos no solo la exhibición de los genitales y del acto sexual crudo y alterado en su contexto real, sino también imágenes sádicas o masoquistas, pedofilia y otras prácticas divorciadas totalmente de la realidad de lo que es la expresión de la intimidad sexual.

En la actualidad, el consumo de pornografía está afectando a muchas parejas no solo en el área afectivo-sexual, sino también en su cotidianidad ya que muchos consumidores de pornografía, descuidan la relación con su pareja conduciéndolos muchas veces a la separación por desavenencias irreconciliables, pues el uso de este tipo de material puede conducir a cierto abandono físico y psicológico de su pareja habitual o a la búsqueda de otra persona con quien materializar las fantasías que encuentra en la pornografía.

El consumo habitual de material pornográfico, puede provocar adicción, alterando significativamente la vida de esta persona, pues genera imágenes mentales que producen reacciones químicas cerebrales que se implantan para siempre en la mente del adicto.