Oviedo, la partida de un grande

Oviedo, la partida de un grande

Oviedo, la partida de un grande

Las artes plásticas dominicanas han visto partir a uno de sus grandes con la muerte del maestro Ramón Oviedo, quien con su arte logró trascender las fronteras nacionales.

El Congreso Nacional, con mucha justicia, lo declaró “Maestro ilustre de la pintura dominicana” por sus indiscutibles aportes a esta rama de las artes.
Fue distinguido también por otros gobiernos y uno de sus murales adorna la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (Unesco).

Los que tienen el privilegio de ser propietarios de una de las obras del maestro Oviedo la exhiben con orgullo, sabedores de poseer un lienzo contentivo del ingenio y el tesón artístico de su autor.

Desde joven se puso al servicio de buenas causas, como cuando decidió acompañar a los fundadores de la Revista ¡Ahora! en 1962 dibujando su primera portada y las de otras ediciones posteriores.

En 1965 se unió al movimiento que luchó por el retorno a la constitucionalidad y fue de los jóvenes que pusieron su arte al servicio de esa causa y por la lucha contra la intervención militar norteamericana validada por la Organización de Estados Americanos (OEA) a través de la nefasta Fuerza Interamericana de Paz.

Oviedo fue de los que aportó para mantener vivo el movimiento cultural durante ese proceso.

Ramón Oviedo ofreció a sus compatriotas muchas razones para sentir orgullo del artista plástico, por eso hoy el pueblo dominicano llora la partida de uno de sus grandes.

Nuestras condolencias a los familiares de ese gran maestro de la plástica dominicana.



Etiquetas