El país cuenta con importantes organismos, dependencias y oficinas que tienen el objetivo de defender a todos los ciudadanos.

Muchas tienen responsabilidades muy específicas, y se enfocan en la defensa de los derechos de los consumidores.

A las personas con problemas de salud, entre otros organismos, las defiende el Ministerio de Salud Pública y la Procuraduría Especializada de Crímenes y Delitos contra la Salud.

Tanto Salud como la Procuraduría especializada salen a diario y hacen su trabajo. Entre ellos, imponiendo el cierre de laboratorios, que fabrican medicinas falsificadas; y ciertas farmacias que, sin ningún miramiento, venden medicamentos adulterados.

Los fármacos, de un tiempo a esta parte, se venden a precios alarmantes. Muchos de estos no entran dentro del régimen comercial de los seguros médicos.

La situación económica, en muchos de los casos, incide y empuja a que los necesitados compren medicamentos “buenos” y a bajos precios, pensando que mejorarán su salud.

Y no es así, ya que los auténticos están a precios prohibitivos y los económicos resultan falsos.

De manera que el Ministerio de Salud Pública debe seguir haciendo su papel, ya que la esperanza de vida del pueblo dominicano está bajo su absoluta responsabilidad.