Más allá de la apariencia

Más allá de la apariencia

Más allá de la apariencia

Dilenia Cruz

A veces nos sentimos cansados y con muchas quejas; sin embargo, si miramos a nuestro alrededor puede que existan otras tantas personas maravillosas quienes a lo interior viven vidas difíciles, quienes nunca se quejan.

Tan solo sonríen.

Me ha tocado tratar varias mujeres quienes cada día regalan sonrisas a todos y destellan alegría. Una de ellas parece vivir el matrimonio perfecto, la verdad es que su esposo es un alcohólico violento.

Ella guarda sus problemas en casa y sale al mundo a dar y recibir energía positiva.

Otra de ellas llega cada día con una sonrisa de “oreja a oreja” con mucho animo y deseo de aprender, y hacer cosas nuevas; mientras tanto, está casada con un hombre muy introvertido, esta desempleada, es madre de tres niños, uno de los cuales es especial, pero ella no renuncia a su alegre sonrisa.

Otras dos llevan consigo largas edades sobre sus hombros; han peleado contra el cáncer y otras muchas complicaciones; sin embargo, no se dan por vencidas y son activas mentoras de otras mujeres de nuevas generaciones que necesitan encontrar la luz al final de túnel.

Cuando veo cuán fácil asoman sonrisas en los rostros de estas mujeres y con qué agilidad están dispuestas a ayudar a quien lo necesita, pienso porqué para otros con menos complicaciones es tan complejo sonreír y quejarse menos ante las pequeños retos que la vida les presenta.

Son tantos los mensajes y los textos que han escrito sobre personas sin brazos o piernas, gente que a pesar de tener limitaciones físicas no se detienen y recorren arduos trayectos con el objetivo de alcanzar metas que gente físicamente perfectas no son capaces de buscar. Ahora quiero hacer como Lady Reyes, “ser amable indiscriminadamente” y talvez así contribuir a la felicidad.



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